Los frentes judiciales de Bolsonaro: vacunas, injerencia policial y engaños

La última piedra en el camino del líder de extrema derecha la colocó este miércoles el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes

La última piedra en el camino del líder de extrema derecha la colocó este miércoles el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes

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En apenas dos años y medio en el cargo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha visto multiplicarse sus problemas con la Justicia cuando es investigado por las más diversas sospechas, desde difundir engaños hasta evasión en un caso de corrupción o injerencia ilegal en policía.

La última piedra en el camino del líder de extrema derecha la colocó este miércoles el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien incluyó como investigado en un artículo sobre la difusión de engaños o noticias falsas contra las instituciones democráticas del país.

El Tribunal Superior Electoral (TSE), ente responsable de las elecciones en Brasil, también ha apuntado al presidente por el mismo asunto, específicamente por su agresiva campaña de desprestigio contra el actual sistema de votación electrónica, de la que Bolsonaro afirma, sin pruebas, lo que alienta “fraude.”

Estos son los frentes que enfrenta Bolsonaro en la Justicia brasileña:

1. Interferencia con la Policía Federal
Esta investigación se inició en abril de 2020 a partir de las graves denuncias del ex juez Sergio Moro, quien renunció ese mes como ministro de Justicia del gobierno de Bolsonaro.

Moro renunció al no aceptar una serie de cambios en el liderazgo de la Policía Federal decretados por el presidente, a quien acusó de presionar a esa institución autónoma, aunque dependiente del Ministerio de Justicia.

El exministro sugirió entonces que el jefe de Estado intentó interferir política e ilegalmente con la Policía Federal, que a su vez investigó a algunos de los hijos del presidente.

El senador Flavio Bolsonaro y el concejal carioca Carlos Bolsonaro están siendo investigados en Río de Janeiro por desvío de recursos públicos, mientras que el diputado federal Eduardo Bolsonaro figura como sospechoso en el mismo proceso en el que se incluyó a su padre. Miércoles.

Sin embargo, el caso se estancó debido a la falta de consenso sobre cómo Bolsonaro debería dar una declaración, ya sea por escrito o verbalmente.

2. “Caso Covaxin”
Este caso se conoció en junio de este año a raíz de los testimonios de un parlamentario de la base oficial, Luis Miranda, y su hermano, Luis Ricardo Miranda, titular de Importaciones del Ministerio de Salud.

El escándalo se centra en el proceso de negociación para comprar un envío de 20 millones de dosis de la vacuna COVID-19 Covaxin producida en India.

Según los hermanos Miranda, existieron “presiones atípicas” para realizar con éxito la operación, así como “inconsistencias” en los documentos de compra. Ambos presentan estos indicios de corrupción a Bolsonaro en el Palacio de la Alvorada en Brasilia, la residencia oficial del presidente.

Según el legislador, el mandatario pareció estar al tanto del complot y prometió poner el caso en manos de la Policía Federal, lo que al parecer no sucedió.

Por tal motivo, la Corte Suprema autorizó a la Fiscalía en julio pasado a iniciar una investigación contra Bolsonaro por un presunto delito de prevaricación.

3. Noticias falsas y antidemocráticas
A pedido del Tribunal Superior Electoral (TSE), el Tribunal Supremo incluyó a Bolsonaro en un proceso en curso desde 2019 que investiga la difusión de noticias falsas a través de Internet que atacan directamente los poderes democráticos del Estado brasileño y que tendría su origen en el lejano -grupos de derecha.

En el caso de Bolsonaro, se debe a su discurso antisistema en relación al escrutinio electrónico que opera en Brasil desde 1996. El presidente ha lanzado una feroz campaña contra las máquinas de votación electrónica y en defensa de un sistema mixto que combina el voto electrónico. y votaciones. papel, cuya aprobación depende del Congreso.

Para ello, ha multiplicado sus ataques contra el presidente del TSE, el juez supremo Luis Roberto Barroso, al que ha llegado a acusar de favorecer a su mayor adversario político, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, de cara a las elecciones de 2022.

Según De Moraes, la conducta del capitán del Ejército retirado descrita por el TSE puede tipificar los delitos de “calumnia”, “difamación”, “injuria”, “incitación al delito”, “apología del delito” y “asociación ilícita”.

4. Procesos en la Justicia Electoral
Asimismo, el TSE también ha abierto una investigación administrativa sobre esos infundados ataques de Bolsonaro al sistema electoral, que en última instancia podrían servir de base para el desafío de una posible candidatura del presidente en 2022.

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