La Policía de Nueva York apresó a nueve dominicanos y un afroamericano acusados por la Corte Suprema Estatal de El Bronx de robarse 225 vehículos en el Alto Manhattan, que fueron enviados a República Dominicana y vendidos por internet en Estados Unidos.

Según datos policiales, la banda usaba alta tecnología para abrir las puertas de los carros a través de computadoras, limaban las numeraciones seriales y las cambiaban.

Una vez dentro del vehículo, reprogramaban el sistema informático para obtener el control de éste, desactivar las alarmas y arrancar el motor. En cuestión de minutos, el equipo de robo podía sustraer un vehículo sin hacer sonar las alarmas ni llamar la atención, incluso en un entorno urbano denso. La banda también pudo reprogramarlo para que dejara de reconocer las llaves electrónicas de los verdaderos propietarios, de modo que éstas dejaran de funcionar.

Los miembros de esta organización luego transportaron los vehículos de regreso a uno de varios lotes ubicados en el Bronx, donde fueron alterados y se cambiaron los números de identificación (VIN) para dar a los autos robados una nueva identidad.

Alegadamente Jesús Cabral fue contratado para quitar y reemplazar los parabrisas y cambiar los VIN de los vehículos asignados por el fabricante. En ocasiones, Norberto Peña Brito y José Lebrón Pimentel también compraban autos robados a Carlos Valverde, según la acusación.

Posteriormente, los miembros de la tripulación vendieron los autos robados a sus clientes, incluidos Willy Abreu Martínez y Abdul Khan, quienes eran dos de los clientes de gran volumen que compraban los autos robados para revenderlos en los Estados Unidos y en República Dominicana.

Leticia Saldivar, propietaria y operadora de Multiservice and Auto Tag de Carmela en Filadelfia, Pensilvania, fue contratada para obtener, organizar y presentar documentos ficticios de vehículos con el Departamento de Transporte de Pensilvania, y obtuvo registros y títulos limpios para vehículos robados.

Por el caso, fueron acusados Norberto Brito, José Lebrón Pimentel, Edwin Hidalgo Estévez, Dariberto Fernández Pérez, Héctor Rivera, Jesús Cabral, Willy Abreu Martínez, Carlos Valverde, Leticia Saldívar y Abdul Khan.

La Policía de Nueva York informó que el operativo es el resultado de la investigación denominada “Operación Llave Maestra”, la cual señala que, desde abril de 2020 hasta octubre del mismo año, durante los meses en que el Estado estuvo cerrado debido a la pandemia y los neoyorquinos se quedaron en casa y estacionaron sus autos durante días seguidos, este grupo examinó y apuntó a los autos para robar, obtuvo información de código clave para estos vehículos de sitios web ilegales y creó claves que les permitieron acceder a ellos y robarlos.

Esta investigación conjunta incluyó cientos de horas de vigilancia física y encubierta, escuchas telefónicas autorizadas por la corte de numerosos teléfonos específicos, ejecución de órdenes de registro y la recuperación de videos de vigilancia que capturan los robos de numerosos vehículos.

La acusación formal revelada este viernes en la Corte Suprema del Estado del condado de Bronx, acusa a las 10 personas de numerosos cargos de posesión criminal de propiedad robada en segundo y tercer grado (delitos graves de clase C y D), hurto mayor en tercer grado (clase delito grave D), ofrecimiento de un instrumento falso para la presentación en primer grado (delito grave de clase E), posesión criminal de un instrumento falsificado en segundo grado (delito grave de clase D), conspiración en cuarto y quinto grados (delito grave de clase E y delito de clase A). Delito menor) y cargos relacionados por conspirar para robar, poseer y vender 45 vehículos robados, y también conspirar para registrar automóviles robados en el Commonwealth de Pensilvania mediante la presentación de documentos de vehículos falsificados.