La vida y obra de Cándido Bidó, el costumbrista, en más de 60 pinturas

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Cándido Bidó es marca país. Su nombre está en la historia del arte dominicano. Nacido en Bonao en el año 1936 y fallecido en 2011 a causa de un infarto, plasmó en sus obras las costumbres criollas y elevó el amor por la naturaleza y los paisajes del campo.

El intenso color azul y ese retrato a la mujer dominicana pueden apreciarse más de cerca en la inaugurada exposición “Bidó: Presente siempre”, una retrospectiva de toda su trayectoria que recoge pintura, dibujos, escultura y documentos personales.

En la Galería Nacional de Bellas Artes la exhibición estará abierta hasta diciembre y puede visitarse de lunes a viernes de 9:00 de la mañana a 5:00 p.m. y los sábados de 10:00 a.m. a 1:00 de la tarde.

Al acto de inauguración llevado a cabo este martes asistieron Marianne de Tolentino, directora de la Galería Nacional de Bellas Artes, el curador Salvador Bergés, sus hijos Paul Bidó y José Luis Bidó, así como Mario Lebrón, director general de Bellas Artes.

Resaltando la cultura dominicana

En un recorrido realizado por El Profe Show, la exposición “Bidó: siempre presente” es cautivadora de principio a fin.

No hay espacio alguno de la galería que no esté cubierto del arte y la esencia de Bidó.

A la entrada, un mural de 126 x 140 pulgadas da la bienvenida. La historia de este trabajo visual de gran tamaño destacando el azul de fondo (el color que más abunda en la pintura de Bidó) fue una pintura realizada especialmente para otro destacado pintor, Silvano Lora, (1931-2003) a propósito de la Bienal Marginal en los años 80, según cuenta su hijo José Luis Bidó a El Profe Show.

Otras pinturas resaltan a las personas en su cotidianidad, como el padre, la madre y el niño mirando desde la ventana y las jovencitas montando bicicleta.

Llama la atención la de “Los amantes”, una pintura de óleo sobre acrílico de 40 x 40 pulgadas que data del año 1977.

Al subir al segundo piso espera la colección de obras más personal: la sala de Maternidad. Este espacio recoge las pinturas sublimes sobre la mujer en la etapa de gestación y cuando están cuidando a sus retoños.

La mujer de trabajo es retratada de múltiples maneras. Puede verse la que sostiene un ‘bidón’ en su cabeza. Se trata de una larga lata de aceite hecha de metal que es reutilizada para cargar agua y alimentos.

Además, en otros espacios, incluyendo el piso, puede verse alguno que otro lienzo de gran tamaño.

Las esculturas en madera y hasta muñecos hechos de trapo forman parte de la colección personal.

En otra sala pueden verse las revistas de las que fue portada y los periódicos que reseñaron su obra, además de críticas profesionales.

No pueden faltar las fotografías, siempre risueño, donde se muestra a Bidó en plena faena. Una de esas imágenes acompañado del artista Leopoldo Pérez.

Durante sus viajes al extranjero hay una foto posando en Londres, cerca del Big Ben.

Detalles de la exposición

Marianne de Tolentino, directora de la Galería Nacional de Bellas Artes, en el acto de apertura definió a Bidó como “un amigo entrañable, un ser humano y artista maravilloso, el pintor emblemático de la cultura”.

Las obras salieron del patrimonio familiar y de coleccionistas, cuyos dueños las han cuidado con recelo.

“Aspiramos a la síntesis de una creación que jamás detuvo la búsqueda de nuevas expresiones ni rompió con los periodos anteriores, fiel a su identidad”, consideró De Tolentino sobre el trabajo el pintor de Bonao.

Destacó que en la muestra no solo están las pinturas, el collage y el dibujo, sino también el volumen y la tercera dimensión.

“Cándido Bidó ha marcado una transición en sus cuadros, desde la frecuencia de rostros femeninos en su belleza antillana hasta las muñecas de trapo”, agregó.

“La madurez siempre mantuvo en Cándido Bidó el espíritu de la juventud. Alcanzó sus metas personales y colectivas. Logró el éxito internacional”, concluyó la curadora.

Mario Lebrón, director general de Bellas Artes valoró que es una gran exposición compuesta por más de 70 obras que incluyen pinturas, esculturas y documentos personales del maestro Bidó.

“El maestro manejó tanto el tema criollo en los espacios del campo, la ciudad, la persona dominicana, sobre todo la mujer, la madre, con mucha destreza manejó el color intenso del trópico”.

Para Lebrón, el fenecido artista representa lo mejor de la cultura netamente dominicana.

“Agradecemos a todos los que han facilitado las obras”, dijo.

Detalla que han tratado de cubrir todas las etapas de la obra de Cándido Bidó con sus diferentes estilos.

Sus hijos presente

José Luis Bidó se mostró maravillado por lo completa y cuidada de la recién abierta exhibición.

“Es un honor para nosotros y para nuestro padre también esta muestra. Es una retrospectiva desde sus inicios hasta el final. Son 60 años de obras. Mi padre ha de sentirse orgulloso de esta manifestación”, dijo al ser abordado por los periodistas.

De la Fundación Bidó, comentó a El Profe Show que fue creada por el artista en el año 1986. Ha aportado al desarrollo cultural pues allí se imparten clases de pintura.

Han formado a muchos artistas visuales, pintores, así como a actores con las clases de teatro, sumado a la escuela de danza y música.

La fundación tiene un museo con obras no solo de Bidó sino de otros importantes creadores nacionales.

“Ese siempre fue el sueño de mi papá: sembrar en el pueblo donde él salió (Bonao)”, afirmó.

También resaltó que todas las obras son originales. Muchos coleccionistas las facilitaron, otras forman parte del patrimonio familiar, además de las que se exhiben en el museo.

Dice su hijo Paul Bidó: “Esa carga y naturaleza emocional y espiritual de nuestro padre, él la canalizó sirviendo a sus hijos y su familia, sirviendo a Bonao, su pueblo, pero de manera concreta sembrando allí la más emblemática plaza cultural y museo del Cibao Central”.

Un visitante

Juan Almánzar, quien conoció a Cándido Bidó y tiene varios cuadros en su hogar estuvo fascinado con la muestra.

Lo considera un excelente maestro, uno de los mejores de la República Dominicana, “sino el mejor”, precisó.

“Excelente la exposición. Yo conservo cuadros de él en mi casa. Para mí es una experiencia grandísima haber tenido el honor de que sus hijos me invitaran a esta gran exposición del maestro”, manifestó Almánzar al conversar con este medio.

Cándido Bidó tuvo cuatro hijos. Mayra, la mayor, Paúl, José Luis y Karina.

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