La respuesta de camionero dominicano a la pregunta de si volvería a Haití

Wilson Rodríguez, quien reside en Haina, San Cristóbal, era el que tenía más días secuestrado en el vecino país

Wilson Rodríguez, quien reside en Haina, San Cristóbal, era el que tenía más días secuestrado en el vecino país

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Uno de los tres camioneros dominicanos liberados el lunes narró que durante los 54 días que permaneció secuestrado en Haití se le mantuvo vendado y atado de las manos y de los pies. El lienzo solo le era retirado cuando lo dejaban bañarse.

Wilson Rodríguez, quien dijo se dedica a conducir vehículos pesados desde los 16 años, era el que tenía mayor tiempo en cautiverio por los delincuentes.

En una entrevista a Noticias SIN sostuvo que al no poder ver a los demás secuestrados no sabía que los tres estaban en el mismo lugar. Solo escuchaba “cositas” que los demás decían y eran mandados a callar por sus verdugos.

“A nosotros nos mantuvieron fue a moro de habichuela y espaguetis, pero gracias a Dios estamos vivos, salimos de eso”, respondió el joven de 33 años.

Rodríguez afirmó que dormían en el suelo y por su rescate sus captores exigían en un principio 50 mil dólares, cantidad que fue aumentada a 200 mil.

Semanalmente se le permitía llamar a su esposa para saber cómo iba la gestión de conseguir el dinero.

“Yo duré 54 días secuestrado. Yo fui el primero que ellos agarraron. Me llevaron a un recinto. Estaban todos encapuchados (…) me llevaron a una habitación, estaba vendado y la habitación estaba oscura prácticamente porque cuando uno está vendado uno no ve la claridad”, indicó.

Dijo que en ningún momento fueron maltratados por los secuestradores, a los que no pudo verles el rostro porque estaban todo el tiempo encapuchados.

Las bandas haitianas han aumentado la inseguridad en el vecino país, en donde son frecuentes los secuestros, incluso de dominicanos que llegan a ese territorio en compromisos de trabajo. El pasado mes de febrero fueron liberados los dominicanos Michael Enrique y Antonio Campusano Féliz después de varios días de ser retenidos cuando rodaban una película.

Y el rapto más sonado en los últimos días es del grupo de misioneros norteamericanos y sus familias, 17 personas en total, de los que no se tiene información desde hace ya un mes

¿Se arriesgaría a volver de nuevo a Haití?

Wilson Rodríguez, quien reside en Haina, San Cristóbal, afirmó que no se adelanta a decir que no volvería a Haití.

“No puedo decir de esta agua no bebo. El que escupe pa´arriba le cae la saliva en la cara”, dijo de manera muy escueta.

Aseveró que la única vez que temió por su vida fue el primer día cuando fue interceptado junto al camión en el que transportaba tapitas de Coca Cola por cuatro personas armadas y que se encomendó a Dios.

“Gracias a Dios que metió sus manos y les ablandó el corazón”

Joel Pineda, otro de los liberados y quien reside en el barrio Los Ángeles, del kilómetro 13 de la autopista Duarte, agradeció a Dios por su liberación y la de sus compañeros.

“Gracias a Dios que metió sus manos y les ablandó el corazón a esos secuestradores y nos despacharon”, dijo Joel.

Pineda y Wilson Rodríguez coinciden en que no se pagó para que fueran dejados en libertad, pero Wilson Méndez, identificado por Telenoticias, canal 11, como propietario de los camiones, afirmó que hubo una negociación con los delincuentes.

Wilson Rodríguez dijo ignorar porqué se decidieron a liberarlos.

“El dueño de los tanques contactó a los delincuentes para darle 40 mil dólares y les dio ahí 20 mil, entonces estaban esperando que le llevaran los otros para liberar a los muchachos con todo y los camiones y yo le mandé a decir claro con el señor que me contactó a mí que liberara a los choferes y que se quedaran con los camiones”, aseguró Méndez a Telenoticias.

Agregó que coordinaron llevarles los 20 mil dólares restantes en un lugar haitiano.

El otro conductor Luis Díaz reside en Los Alcarrizos, pero no fue posible contactarlo.

De la manera en la que fueron liberados

Wilson Rodríguez sostuvo que lo montaron en una guagua y le “echaron el pasaje a chepa”.

Donde fueron dejados abandonados era un “monte”.

“No había casa, no había nada, todo era un desierto, monte”, narró.

Agrega que luego cogieron dos motores hacia la carretera y después una guagua hacia Malpaso, parte de la frontera del lado haitiano.

Detalló que cuando cruzaron hacia la línea dominicana, los militares les tomaron las declaraciones y cada quien se dirigió para su casa. Según el conductor, las autoridades dominicanas no intervinieron para facilitar la liberación de él y sus compañeros.

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