Natalia Cabral y Oriol Estrada: “Toda obra está ligada a la vida de su creador y toda vida está ligada a las obras”

La pareja de cineastas le da un giro a las historias de amor con “Una película sobre parejas”

La pareja de cineastas le da un giro a las historias de amor con “Una película sobre parejas”

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Con “Una película sobre parejas” Natalia Cabral y Oriol Estrada derrumban los límites entre la ficción y la realidad para contar la historia de una pareja casada de cineastas que deciden filmar un documental sobre parejas enamoradas, pero los problemas y tensiones entre los dos les obligan a cuestionar su propia relación y el significado del cine. Esta inusual comedia no solo ya ha se presenciado en varios festivales de cine, sino que también ha recibido varios reconocimientos, como el de Biarritz o Gijón, y se estrenará el próximo 30 de enero en República Dominicana como parte del cierre de la próxima edición del Festival de Cine Global de Santo Domingo (FCGSD). Natalia y Oriol comparten con Diario Libre sus experiencias al filmar este excepcional proyecto cinematográfico.

¿Cómo surgió la idea de “Una película sobre parejas”?

Oriol Estrada: El proyecto fue surgiendo con los años, se fue gestando poco a poco. Creo que la primera vez que coqueteamos con esa idea fue en el rodaje de “El sitio de los sitios” porque en él nos dimos cuenta de que nosotros éramos unos personajes también. Eso de que estás filmando una película y de repente sientes que lo que está pasando detrás de cámara es igual o más interesante que lo que está pasando enfrente porque era muy absurdo. A veces decíamos que somos unos personajes y que se podía hacer una película de nosotros. Juegas con esa idea, pero no te lo tomas en serio. Pasaron un par de años y de repente estábamos en una preproducción para empezar a rodar un documental y no estaba muy claro lo que íbamos a rodar. Tuvimos una crisis creativa y ahí volvió a surgir la idea. En ese momento pensamos que nosotros éramos unos personajes, una película sobre nosotros sería genial y ahí fue que dijimos: ‘la vamos a hacer’. Era brutal porque en un mes empezaba el rodaje pero decidimos voltear el proyecto completamente y convertirlo en un proyecto sobre nosotros haciendo una película. Fue impresionante porque el guion se escribió en una semana, era un guion corto, de ideas principales y escenas. A partir de recuerdos y cosas que habíamos vivido empezamos a generar esa ficción, pero con un guion de 15 páginas. Después el rodaje se fue extendiendo, empezamos a improvisar y los personajes secundarios también empezaron a crecer y fue muy rico el proceso porque la película fue creciendo en el rodaje y en el montaje también. Al final tuvimos un montón de material así que se pudo haber hecho una trilogía de nosotros haciendo una película.

¿Fue extraño alternar entre directores y actores mientras desarrollaban esta historia?

Natalia Cabral: Sí, hay una complejidad cuando haces de actor y de director a la vez. El director tiene que estar fuera de la escena mirando lo que está ocurriendo y cuando manda a cortar tiene que tener un punto de vista, una apreciación sobre la toma que se acaba de hacer. Nosotros estábamos tan metidos en nuestros alter egos, nuestros personajes… Uno puede tener una sensación como actor de cómo estuvo la escena, de si uno estaba concentrado en las emociones o no, pero claro, ¿y qué tal la puesta en escena? ¿Qué tal la foto? ¿Cómo se ve en su totalidad lo que acaba de ocurrir? En ese sentido fuimos afortunados de poder trabajar con el director de fotografía Nicolás Ordoñez y también con el sonidista Homer Mora, que son compañeros de la Escuela de cine de San Antonio de los Baños (EICTV), la escuela donde estudiamos. Claro, cuando teníamos alguna duda, ellos nos ayudaban mucho a determinar si estaba bien lo que había pasado, porque ellos sabían perfectamente qué era lo que estábamos buscando con la película y con cada escena en concreto. Ellos ven el cine de la misma manera que nosotros. Tenemos ideas muy afines y yo creo que eso fue crucial, además de que teníamos tiempo para volver a repetir cualquier cosa y para mirar la escena otra vez. En ese sentido creo que eso fue un gran acierto, poder tener un equipo pequeño para tener más tiempo, poder controlar mejor el set y también poder discutir cuestiones que se nos escapaban porque estábamos actuando.

¿La experiencia de la actuación es una que quieren repetir con otros directores?

OE: El tema de actuar en esta película va más allá porque son nuestros alter egos, estamos actuando, pero somos nuestros propios personajes de nuestras vidas. Toda esa mezcla de realidad ficción, pero vida profesional y vida personal, y mezclarlo con lo creativo nos encanta. ¿Por qué no involucrarse en proyectos de esa forma? Sería increíble. Para mí el cine es un arte de muchas facetas y nosotros, es verdad que dirigimos, pero también producimos, hacemos fotos, editamos y hacemos muchos procesos dentro de alguna película. Actuar, que no lo habíamos hecho todavía, creo que es como una extensión de todo esto. Ahora bien, de entrada, sí, ¿por qué no? Lo que pasa es que, obviamente, yo como director creo que la clave es el personaje que a uno le toca interpretar, qué tú puedas aportar a eso y hacerlo crecer, y no siempre es así. A veces, te toca un personaje que realmente no eres idóneo para hacerlo, por eso digo que si realmente hay un personaje interesante o que sientan que yo pueda aportar, pues de ese lado ¿por qué no? Podría ser increíble porque al final nos apasiona el cine en todas sus facetas.

Hasta ahora varias de sus obras, de una forma u otra, están ligadas a eventos de sus vidas privadas, ¿hay otros aspectos de sus vidas que quisieran explorar en una película o documental?

NC: Yo creo que toda obra está ligada a la vida de su creador y toda vida está ligada a las obras. Entonces creo que la respuesta es sí, vamos a seguir plasmando cuestiones que nos interesan. Creo que hay autores donde es muchísimo más evidente, por alguna razón, ver su vida en sus obras y hay otros autores en los que no es tan evidente. ¿Qué será lo siguiente que plasmaremos? No lo sabemos. Tenemos varias ideas, algunas más desarrolladas que otras. Es verdad que desde que nació nuestra hija nos cuesta mucho más concentrarnos y trabajar porque la tenemos siempre con nosotros y trabajamos en casa, entonces es difícil separar lo familiar de lo laboral.

¿Qué tipo de historias quieren contar en futuros proyectos y cuáles quieren evitar?

OE: Si hay como una constante o una temática similar que vincula todas nuestras películas creo que sería tratar la desigualdad. Evidentemente es un tema que nos preocupa, pero algo que creo que quizás es más poderoso es la manera como entendemos el cine y por qué filmamos una cosa y no otra, son los conflictos internos, las contradicciones internas de las personas. Siempre buscamos personajes contradictorios, que lo que parece una cosa al final termina siendo otra. Esa al final es la función del cine, tratar de hacerte ver las cosas de una manera distinta o dar otro punto de vista. El cine tiene que darle la vuelta a las situaciones y a nosotros nos gusta mucho eso, esas contradicciones internas que tenemos las personas, que decimos una cosa y hacemos otra, eso es lo que buscamos constantemente y en la película que hicimos nos pusimos nosotros en esa posición contradictoria, eso genera también el absurdo y la comicidad de la película.

¿Qué tan surreal ha sido promover esta película y participar en festivales de cine en tiempos de pandemia?

NC: La película ha sido muy bien recibida en festivales internacionales, con mucho entusiasmo y mucho cariño, porque la película es reflexiva, pero divertida a la vez. Creo que la gente le agradece eso sobre todo en estos tiempos de pandemia. La verdad es que la pandemia nos tiene un poco desilusionados y quizás, no sé, ver una película como esta anima a la gente y a nosotros también. También hemos tenido suerte porque filmamos la película en una época en la que globalmente la pandemia había mermado bastante y hemos podido viajar y presentarla película a un público muy deseoso de ir a una sala, de ver cine y después poder opinar y compartir su sentir. Creo que la ceremonia cinematográfica de ir a ver una película también hacía falta. Antes de la pandemia la gente veía muchas películas de manera digital en plataformas, eso ha llegado para quedarse y no va a cambiar, pero yo creo que la ceremonia de ir a ver una película es tan importante. Son experiencias tan distintas y es mucho más enriquecedora que ver cine en estas condiciones en la casa. Yo quisiera que una vez que la pandemia acabe se arme una reflexión en torno a recuperar la experiencia cinematográfica y los cineastas tenemos una gran responsabilidad frente a eso.

“Siempre buscamos personajes contradictorios, que lo que parece una cosa al final termina siendo otra.”Oriol estradaCineasta“

Varias de sus películas han sido galardonadas en festivales internacionales de cine, ¿estos reconocimientos han simplificado el proceso de buscar apoyo para sus producciones cinematográficas?

OE: En parte sí. Evidentemente el éxito siempre ayuda, pero creo que a nivel de financiación siempre es complicado buscar dinero. Por ejemplo, pasamos 8 años para hacer “Miriam miente” y fue muy complicado. Pasamos mil aventuras y fue muy difícil, pero ahora, en esta película, fue mucho más sencillo. El dinero siempre es difícil de conseguir, tengas éxito o no, porque no se rige por cualidades artísticas, pero en cambio sí que creo que el éxito nos ha ayudado a encontrar socios, compañeros y técnicos que han colaborado con nosotros, y siguen colaborando, y esa es la clave. El éxito que hemos tenido con “Miriam miente” y con otros documentales ha hecho que sea más valorado o respetado nuestro trabajo por el personal creativo. Por ejemplo, nosotros ahora trabajamos con Pablo Mustonen, que es el productor de la película y quien confía mucho en nosotros. Evidentemente, si no has realizado una película de calidad siempre es más difícil que confíen en ti. Comento eso porque siempre se pone mucho foco en la financiación, pero uno se olvida a veces de que las personas son lo más importante y también es clave estar rodeado de personas interesantes que aporten y te empujen cuando bajen las energías.

¿Qué es lo próximo para ustedes después de “Una película sobre parejas”?

NC: Tenemos varios proyectos que están en desarrollo, en escritura y en varias etapas. Todavía estamos promocionando y viajando con “Una película sobre parejas”, tenemos una niña, es más complicado que antes desarrollar, filmar y buscar el financiamiento, pero sí tenemos varios proyectos que queremos hacer en Dominicana, también tenemos otros proyectos que nos gustaría ver si se pueden hacer en España, porque vivimos prácticamente en los dos lugares. También nos pasan cosas en España y cuestiones que nos seducen, que nos sacuden y queremos rodar allá. La respuesta es que no sabemos qué es lo que viene, pero sí tenemos muchas ganas de seguir haciendo más películas.

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