¿Cómo cambia la vida después del cáncer?

Sí, hay vida después del cáncer. El mejor ejemplo de ello son José Eduardo Concepción, Farah de la Mota y Marcia Gil, tres supervivientes a los que les tocó enfrentar diferentes tipos de cáncer, pero que tienen algo en común: nunca vieron su diagnóstico como una sentencia de muerte, sino como una oportunidad para dar…

0 82
Sí, hay vida después del cáncer. El mejor ejemplo de ello son José Eduardo Concepción, Farah de la Mota y Marcia Gil, tres supervivientes a los que les tocó enfrentar diferentes tipos de cáncer, pero que tienen algo en común: nunca vieron su diagnóstico como una sentencia de muerte, sino como una oportunidad para dar otro sentido a sus vidas. Sus testimonios sirven de inspiración para quienes están luchando contra esta enfermedad o pasando por una situación similar.

José Eduardo Concepción, diagnosticado con leucemia

En el caso de José Eduardo, fue diagnosticado con leucemia hace alrededor de 10 años, cuando tenía 18. El amargo sabor de la noticia pronto fue sustituido por la felicidad de convertirse en padre de una niña. “Ese mismo mes que me diagnosticaron con la enfermedad nació mi hija, lo que me dio fortaleza para seguir adelante”, cuenta el joven.

La llegada de su hija, sumado al apoyo que recibió por parte de su familia, amigos y su fe en Dios fueron los puntos clave para sobrellevar el proceso. ¿Cómo cambió su vida después del cáncer? Ahora, con 28 años, se define como una persona positiva, que disfruta y valora mucho más las pequeñas cosas: su enfoque es hacer de cada momento uno especial.

Farah de la Mota, sobreviviente de cáncer de mama

“Yo me apalanqué en la fe y en la actitud de querer resolver el problema. En lugar de preguntarme por qué a mí, me preguntaba para qué debía pasar por el cáncer”. Así inicia el testimonio de Farah, quien fue diagnosticada con cáncer de seno a los 39 años. En respuesta a su ‘para qué’ nació Regálame Esperanza, una fundación que ella define como el regalo más grande que le dejó su proceso.

Ella tuvo la dicha de tener acceso a centros médicos de primer nivel, tanto en República Dominicana como en Estados Unidos, para recibir sus tratamientos, pero era consciente de que no es el caso de todos. Muchos pacientes de cáncer deben lidiar con el reto que supone esta enfermedad a nivel económico.

“Yo misma visualicé lo difícil que debe ser tener que enfrentar una enfermedad de este tipo sin los recursos económicos suficientes. Entonces creé Regálame Esperanza, una plataforma que busca generar recursos económicos que luego se donan a fundaciones que trabajan con personas con cáncer”, explica.

Vivir el ahora sin planificar tanto el futuro es la enseñanza que le dejó el cáncer. “Yo definitivamente aprendí a vivir un poco más al paso, a estresarme menos y a disfrutar mucho más el tiempo que tengo junto a mi familia”, sostiene.

Marcia Gil, libra su segunda batalla contra el cáncer

una-persona-con-una-camisa-de-color-morado-4ab294e3.jpg
La palabra ideal para definir a Marcia es ‘guerrera’. Hace 18 años fue diagnosticada con cáncer de mama, el cual sobrepasó. Sin embargo, desde hace siete años se encuentra en tratamiento para cáncer de pulmón, luego de que los médicos descubrieran que unas células mamarias se habían alojado en su pulmón derecho.

Al igual que José Eduardo y Farah, ella ha encontrado refugio en Dios. “A mí me criaron para ser una mujer fuerte y a no rendirme ante cualquier cosa. Al que tiene a Dios no es que no le van a llegar las batallas, pero las enfrenta de una manera diferente”, cita.

A raíz de su diagnóstico, su vida cambió, pero para bien. “Yo siempre digo que soy un mejor ser humano, porque uno se convierte en una persona que aprende a defender las prioridades y a darle valor a lo que de verdad lo tiene”. A eso añade que su proceso también la ha ayudado a darse cuenta de que es bueno compartir las experiencias de vida, pues puede servir de inspiración para otras personas.

Diagnóstico temprano, punto clave

un-hombre-con-una-camisa-azul-966fd486.jpg
Doctor José Ramírez, director del Incart

El cáncer es una de las causas principales de muerte en todo el mundo. Solo en 2020, se registraron casi 10 millones de fallecimientos en el ámbito mundial. Sin embargo, los especialistas en el área hacen énfasis en que el cáncer no es una sentencia de muerte: hay esperanza de vida para quienes son diagnosticados con esta enfermedad.

Así lo asegura el doctor José Ramírez, cirujano oncólogo y director del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavarez (Incart), quien sostiene que la prevención y la detección temprana son los puntos clave para librar la batalla contra este mal.

“La prevención va desde el diagnóstico temprano, pero también incluye alejarse de los factores de riesgo, como fumar, la obesidad, la mala alimentación y el sedentarismo. No se trata de que la persona viva en una burbuja encerrado comiendo yerba todo el día, pero sí de que sea moderado”, indica.

En ese sentido, destaca que un paciente en remisión puede llevar una vida normal apegado a la moderación. “Está bien claro, por todas las investigaciones que se han hecho, que luego de un diagnóstico de cáncer mantener un buen peso, alimentarse lo mejor posible y hacer ejercicio son factores que ayudan a que ese paciente se mantenga sano por mucho tiempo”, concluye.

Deja un comentario