Ucrania niega ataque instalaciones petroleras de Rusia

Rusia, por su parte, siguió retirando tropas terrestres de las regiones cercanas a Kiev

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Las conversaciones para lograr un alto al fuego en Ucrania se reanudaron el viernes, mientras fracasaba otro intento de evacuar a los civiles de la asediada ciudad de Mariúpol.

En tanto, funcionarios del Kremlin acusaron a Ucrania de enviar helicópteros artillados a suelo ruso para atacar un depósito de petróleo.

Ucrania negó tener responsabilidad en la fuerte explosión de las instalaciones petroleras, pero de confirmarse la afirmación de Moscú, sería el primer ataque conocido en el que aeronaves ucranianas penetran el espacio aéreo ruso en lo que va de esta guerra.

“No es algo que se pueda percibir como que crea condiciones cómodas para la continuación de las conversaciones”, dijo el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, cinco semanas después de que Moscú comenzara a enviar más de 150,000 de sus propias tropas a través de la frontera de Ucrania.

Rusia, por su parte, siguió retirando parte de sus tropas terrestres de las regiones cercanas a Kiev, después de haber declarado a principios de esta semana que reduciría su actividad militar en los alrededores de la capital ucraniana y de la ciudad norteña de Cherníhiv con el fin de favorecer la confianza en la mesa de negociaciones.

Aunque los rusos siguieron bombardeando esas dos zonas, las tropas ucranianas aprovecharon el repliegue sobre el terreno para montar contraataques y retomar varias ciudades y pueblos.

Sin embargo, Ucrania y sus aliados advirtieron que el Kremlin no está desescalando, sino reabasteciendo y trasladando sus tropas al este del país para intensificar el ataque a la región de Donbás, una zona donde la mayoría de la población habla ruso e incluye a la ciudad de Mariúpol.

La última ronda de negociaciones se llevó a cabo por teleconferencia. En conversaciones realizadas a principios de la semana, Ucrania dijo que estaba dispuesta a abandonar su intento de ingresar en la OTAN y declararse neutral —la principal exigencia de Moscú— a cambio de garantías de seguridad por parte de terceros países.

La invasión ha causado la muerte de miles de personas y ha expulsado a más de 4 millones de refugiados de Ucrania.

La ciudad portuaria de Mariúpol es una de las que más ha sufrido en la guerra. Su captura sería un triunfo importante para el presidente ruso Vladimir Putin, ya que daría a su país un puente terrestre hacia Crimea, que arrebató a Ucrania en 2014.

El destino de Mariúpol puede determinar el curso de las negociaciones para poner fin a la guerra, dijo Volodymyr Fesenko, jefe del Centro de Investigación de Política Aplicada, conocido como Penta.

“Mariúpol se ha convertido en un símbolo de la resistencia ucraniana”, dijo Fesenko, “y sin su conquista, Putin no puede sentarse en la mesa de negociaciones”. La caída de Mariúpol, afirmó, “abrirá el camino a un acuerdo de paz”.

El viernes, el Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que no podía realizar una operación para sacar a los civiles de Mariúpol en autobús. Un equipo se puso en camino, pero tuvo que regresar.

Las autoridades de la ciudad dijeron que los rusos estaban bloqueando el acceso a Mariúpol.

“No vemos un verdadero deseo por parte de los rusos y sus satélites de crear una oportunidad para que los habitantes de Mariúpol partan hacia territorio controlado por Ucrania”, escribió Petro Andryushchenko, asesor del alcalde de la ciudad, el viernes en la app de mensajes Telegram.

Añadió que las fuerzas rusas “no permiten categóricamente ninguna carga humanitaria, ni siquiera en pequeñas cantidades, dentro de la ciudad.”

La población de la urbe se redujo de 430,000 antes de la guerra a unos 100,000 la semana pasada, pero los ataques rusos han frustrado una y otra vez las misiones de ayuda y evacuación.

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