Iluminan monumentos color naranja por la Esclerosis Múltiple

Se trata de una enfermedad neurológica, crónica, de causa no determinada, que afecta al sistema nervioso central

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Cada 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la esclerosis múltiple, una enfermedad neurológica, crónica y degenerativa que puede causar discapacidad.

Con el objetivo de crear conciencia, varios monumentos y edificios del Distrito Nacional han sido iluminados desde este sábado con el color naranja a los fines de crear consciencia sobre la enfermedad que afecta a millones de personas alrededor del mundo.

Durante un recorrido realizado se pudo observar que el Palacio Consistorial de Santo Domingo, el Monumento a Fray Antonio de Montesinos y el monumento Centro de los Héroes (La Bolita del Mundo), lucen de color naranja.

El grupo también se unió a la lucha e iluminó sus instalaciones.

Este lunes 30 de mayo se presentará el monólogo de sensibilización sobre la escleriosis múltiple “Se te olvidó un detalle” con la dirección teatral de Lorena Oliva y la participación de la doctora Deyanira Ramírez y el doctor Comme Debroth. El evento se realizará en el salón Sinfonía del Banco López de Haro en la avenida Sarasota a las 7:00 pm.

El “Día Mundial de la Esclerosis Múltiple” (EM) conmemora la solidaridad mundial y la esperanza en el futuro que tienen las personas con esta enfermedad. Fue creado por la Federación Internacional de EM.

Esta enfermedad se trata de un trastorno neurológico discapacitante no traumático más común en los adultos jóvenes de los países desarrollados, y en las últimas décadas su prevalencia ha aumentado en todo el mundo.

Se estima que hay aproximadamente tres millones de pacientes en todo el mundo, en su mayoría mujeres (tres casos por cada uno masculino) que manifiestan la enfermedad entre los 20 y los 40 años.

A día de hoy, todavía no se conoce la causa que la produce, aunque la mayor parte de los estudios apoyan la existencia de factores ambientales en individuos genéticamente predispuestos.

Estudios apuntan a que la afluencia de estos factores ambientales es crucial durante la niñez y que las dos primeras décadas de vida son fundamentales en el riesgo de padecer esclerosis múltiple, apunta la SEN.

Esta enfermedad degenerativa no sigue un patrón de herencia convencional, sino que se han identificado más de 200 genes que influyen en el riesgo de desarrollarla cuando el individuo se expone a determinados factores ambientales.

Por el momento se desconoce cuáles son los factores ambientales directamente relacionados con el desarrollo de la esclerosis múltiple, aunque se han estudiado algunos como los niveles de vitamina D, el tabaquismo, el consumo de sal, la obesidad en la adolescencia y la exposición a diferentes agentes infecciosos como el virus de Epstein Barr (VEB), entre otros.

Además, durante muchos años se ha propuesto la existencia de agentes infecciosos que aumentarían el riesgo de esclerosis múltiple si se adquiriesen en la adolescencia, pero no si el primer contacto con ellos se produjera durante la infancia.

Estas teorías “de la higiene” se basan en datos epidemiológicos que muestran que, en los países en vías de desarrollo, la infección por VEB sucede en la primera infancia, mientras que en los países desarrollados esta infección se retrasa a la adolescencia, lo que aumenta significativamente el riesgo de desarrollar mononucleosis infecciosa (enfermedad del beso).

Sin embargo, advierte la SEN, aunque hay pruebas sólidas de que la mononucleosis infecciosa es un factor de riesgo importante para desarrollar esclerosis múltiple, también es cierto que la altísima prevalencia de seropositividad al VEB en la población general (95%) y la frecuencia relativamente baja de incidencia de esclerosis múltiple plantea un gran desafío para probar la causalidad directa entre el riesgo de desarrollar la enfermedad y la infección viral previa.

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