Cinco taxistas de plataformas ultimados en un año en RD

Recientemente delincuentes acabaron con la vida de un conductor en Sabana Perdida

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Los actos delictivos y criminales en República Dominicana han puesto a toda una población en desasosiego. A este accionar no escapan los taxistas de plataformas digitales que ofrecen sus servicios en el país.

En un año, al menos cinco choferes de estas aplicaciones tecnológicas han perdido la vida a mano de delincuentes, quienes engañan aparentando que buscan de sus servicios para secuestrarlos, despojarlos de sus pertenencias y posteriormente acabar con sus vidas.

Recientemente una familia en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, sufrió la pena de tener que despedir a quien era “su fortaleza”, el sustento y quien honradamente salía en busca de mejoras.

José Francisco Severino, de 50 años, tomó un servicio la semana pasada alrededor de las 11:00 de la noche sin saber que sería el viaje de la muerte. Fue tiroteado frente a la escuela Emma Balaguer por las personas que solicitaron el servicio, quienes también le quitaron sus documentos y dos celulares.

Su hija comentó que siempre le advertía de los peligros de trabajar por medio de la plataforma InDriver, pero su padre supuestamente le contestaba que ellos sabían a quienes abordaban.

Los familiares se quejan de la plataforma, ya que todavía no ha dado respuestas satisfactorias.

Para noviembre del año pasado fue encontrado muerto en unos matorrales del distrito municipal Estero Hondo, Villa Isabela, de la provincia Puerto Plata, un taxista de 21 años de edad, que había abordado dos hombres en Santiago, quienes luego lo raptaron y despojaron del vehículo y de su teléfono celular.

Se trata de Alberto Grullón Uceta, quien fue un estudiante meritorio de Educación y en su tiempo libre trabajaba como taxista de la plataforma Uber.

Grullón fue encontrado en esa demarcación de la costa Norte, a donde fue llevado por los delincuentes que lo abordaron en el elevado de Cienfuegos en Santiago con destino a La Ensenada, a donde dijeron que irían a pescar.

Otro hecho similar ocurrió en Santiago, justo el mismo mes que fue ultimado Grullón. Las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de un joven de 23 años, en Cienfuegos, quien utilizaba para trabajar la plataforma de InDriver.

Fabio Rodríguez hacía servicios para poder pagar sus estudios, ya que los gastos cada cuatrimestre iban incrementándose aún más y era una alternativa para no ser una carga mayor para su madre.

También fue ultimado en noviembre Rainer Smailin Peña Taveras, de 28 años, cuyo cadáver fue encontrado en la comunidad Mata Mamón del distrito municipal La Victoria, tras ser despojado del vehículo en que trabajaba y otras pertenencias.

Peña llevaba dos años en la plataforma de InDriver.

Pocos días después del hecho, la Policía Nacional informó que había recuperado el vehículo en la comunidad Sombrero en Peravia. No hay apresamientos de los responsables.

En agosto del año pasado también fue encontrado sin vida un taxista de 24 años en la autopista Duarte del distrito municipal San José del Puerto, en Villa Altagracia.

Arisdaul Acosta Báez, quien trabajaba para la plataforma de Uber, fue hallado por una unidad de la Comisión Militar y Policial de Seguridad Vial del Ministerio de Obras Públicas, en la citada zona, boca abajo y con un arma corto punzante en su pecho.

El automóvil de la víctima fue hallado en el sector Pantoja, próximo a una estación de expendio de gas. Todavía no hay captura de los responsables.

Choferes de plataformas digitales preocupados

Cristian Sepúlveda dice estar preocupado, ya cada vez más la delincuencia se apodera del país y los taxistas son “un blanco perfecto” para ellos. Expresó su inquietud ante esos acontecimientos y recomendó a los choferes estar atentos y alertas en sus servicios.

Un taxista de Uber que lleva cinco años realizando servicios en esta plataforma, comentó que en múltiples ocasiones ha abordado personas extrañas pero que “gracias a Dios” no había pasado de sustos hasta hace poco.

Ronald Henríquez abordó tres hombres la semana pasada cerca del Estadio Quisqueya. Indicó que cuando entraron al vehículo empezaron a realizarle una serie de preguntas, por lo que le pareció extraño y decidió pararse en la primera estación de combustible que encontró.

“Simulé que el carro tenía problemas y que no podía continuar con el servicio, me pare ahí porque estaba lleno de gente, le dije que cogieran 500 pesos y que pidan otro Uber. Ellos estaban insistiendo que me iban ayudar que le diga qué tenía el vehículo y le dije que no, que tomaran otro taxi”, explicó.

Un taxista de Indriver comentó que se sienten desprotegidos en la plataforma, y que a raíz de la muerte de uno de sus compañeros (José Francisco Severino), ha pensado dejar la aplicación.

Indicó que la situación en estos días ha sido difícil y que la delincuencia ha tomado peso cada día más.

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