El brócoli es un vegetal recomendado en muchas dietas saludables puesto que tiene una gran cantidad de fibra, minerales, vitamina C y folatos. Sin embargo, pese a ser un vegetal tan popular, muchos lo cocinan de forma errada. ¡Toma nota de los errores más comunes!
El color: muchas personas escogen los que tienen un color amarillento, cuando debería priorizarse el verde intenso. Si comienza a aparecer amarillo es que está en proceso de oxidación y ha perdido vitaminas y minerales.
No lo limpias: la forma adecuada es cortar el brócoli en piezas, separando cada florete del tronco.
Lo que desechas: muchas personas desechan el tronco que además de ser comestible es muy saludable. El tallo tiene las mismas propiedades nutricionales que las partes de la cabeza, especialmente fibra, aunque en menor intensidad.
Lo cocinas de más: lo ideal es cocinarlo entre 3 y 5 minutos, dependiendo de la forma de cocción. No obstante, un estudio comprobó que el mejor modo de preparación para que conserve intactas todas sus propiedades nutricionales y, por lo tanto, sus beneficios es el wok, ni al vapor ni frito.
Lo lavas mucho tiempo antes: lo ideal es lavarlo entero en agua fría, pero sin mantenerlo mucho tiempo en el agua ni mucho tiempo antes de cocinarlo, porque puede aparecer moho.