Mujer dice ser dueña del Sol y quiere cobrar por su uso

Intentó vender hectáreas del sol por el portal digital eBay pero se lo impidieron porque la empresa no consideró la venta como tangible

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En estos tiempos, las personas acostumbran a hacer cosas insólitas con el fin de tener repercusión mediática, pero si pensaste que lo habías visto o escuchado todo: El Sol tiene dueña y quiere cobrar impuesto por su uso. 

Se trata de Ángeles Durán, una mujer española, quien en 2010 consiguió un acta notarial que la declara como la única propietaria del Sol. 

“Propietaria del sol, estrella de tipo espectral G2, que se encuentra dentro del sistema solar, situada a una distancia media de la Tierra de unos 149 millones 600 mil kilómetros aproximadamente”, dice el documento.

Tras volverse “dueña” del Sol comenzó a “vender” parcelas por eBay, un portal de internet que funciona como tienda y subasta online. Sin embargo, la empresa eliminó su publicación porque consideraron que no era un bien tangible.

Durán procedió a demandar a la compañía y llevó el caso hasta la justicia, pero perdió.

Luego en 2015, estuvo en la palestra ya que se vio envuelta en una insólita situación judicial cuando un grupo de personas reconoció a Durán como la propietaria del Sol, pero la demandaron por los daños que ocasiona en la piel.

Sin embargo, a pesar de los escándalos, regresó en 2021 con una particular decisión: cobrarle un impuesto a toda la raza humana por el uso del Sol.

Argumentó que de lo recaudado el 50 % irá al gobierno español, 20 % para un fondo de pensiones de ese país, 10 % para la investigación y el 10 % restante sí iría a su bolsillo.

“Conozco la ley y respaldé mi reclamo legalmente. Lo hice, pero cualquiera pudo haberlo hecho. Simplemente, a mí se me ocurrió primero. Cuando tienes una propiedad, tiene sentido hacer uso de ella. Las empresas eléctricas se benefician de los ríos, que son de todos, así que espero aprovechar el Sol”, dijo Durán.

No es la primera vez que Durán lleva a cabo este tipo de procesos. En 2008, registró el grito de Tarzán y en 2012 denunció a la Sociedad General de Autores y Editores por su uso, pero la demanda no prosperó.

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