Se equivocó Yermín Mercedes

No debió celebrar, como lo hizo, su salida de los Medias Blancas

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Los Medias Blancas de Chicago pusieron recientemente al dominicano Yermín Mercedes en asignación para abrir un espacio en el roster, uno de decenas de movimientos que hacen los equipos de Grandes Ligas todos los días en medio de una temporada.

Con la movida, los Medias Blancas se arriesgaban a que en un plazo de alrededor de una semana, cualquiera de los restantes 29 equipos pudieran seleccionar desde waivers a Mercedes (que ya no tenía opciones para ligas menores) y elegirlo desde allí.

Eso, precisamente, fue lo que hicieron los Gigantes de San Francisco durante el fin de semana, adquiriendo los servicios del quisqueyano que dejó de ser receptor para convertirse, casi exclusivamente, en inicialista o bateador designado.

Hasta ahí, todo va bien y no pasaba de ser un proceso común y corriente que sucede diariamente en las mayores para esta época.

Pero la reacción de Yermín es la que él mismo debe pensar si fue la más adecuada, grabando una celebración, con champaña incluida, como si se tratase de una victoria en postemporada.

Se puede entender, perfectamente, que Mercedes tuviera algún tipo de resentimiento con los Medias Blancas y su dirigente Tony La Russa, por un manejo poco delicado hacia él como jugador.

Pero, ¿qué mensaje le está dando Mercedes al equipo que lo trae?

Como bateador, Mercedes ha demostrado que tiene un puesto en Grandes Ligas, lo hizo la temporada pasada aunque, brevemente, cuando llenó decenas de titulares con una producción asombrosa en abril del 2021.

Pero si esa capacidad de bateo no la combina bien, con una actuación coherente con la responsabilidad que amerita ser un pelotero de Grandes Ligas, está destinado a que la historia de Chicago se le repita una y otra vez.

Ya le ha pasado, no hace mucho, con los Tigres del Licey, donde más de un gerente ha cuestionado su forma de actuar.

Mercedes llega a un equipo en pelea en la División Oeste de la Liga Nacional, algo que no se puede decir de los Medias Blancas, en la División Central.

Ojalá el cambio de escenario le sirva para enderezar su camino y comience a repartir palos como hizo en abril del 2021, pero bateando .150 como lo hizo en sus últimos 31 partidos con los Medias Blancas, es poco probable que se quede a largo plazo.

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