Veinte años de sequía para la Verde-amarela

Históricamente, Brasil es la selección que más seguidores atrae en República Dominicana durante la fiebre mundialista. País latinoamericano con ritmos, sabores, un mestizaje bien parecido al nuestro, el Jogo Bonito, sus leyendas y las cinco estrellas en la Verde Amarela no dejan de cautivarnos. Sin embargo, hace veinte años que al fútbol de este lado

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Históricamente, Brasil es la selección que más seguidores atrae en República Dominicana durante la fiebre mundialista. País latinoamericano con ritmos, sabores, un mestizaje bien parecido al nuestro, el Jogo Bonito, sus leyendas y las cinco estrellas en la Verde Amarela no dejan de cautivarnos.

Sin embargo, hace veinte años que al fútbol de este lado del mundo se le escapa la gloria de las manos. Después de la final de Tokio en el mundial de 2002, lo más cerca que estuvimos del objetivo ha sido con Uruguay alcanzando las semifinales en Sudáfrica 2010, cuatro años más tarde Brasil, quien quedo fuera de su mundial con una goleada histórica en el Mineirão en esas mismas instancias, y claro, Argentina, perdiendo la final de Maracaná, ambas por el mismo verdugo, Alemania.

La reacción más rápida para justificar esta sequía es la superioridad del fútbol europeo, que es una realidad, pero si nos detenemos en esto ahí se termina la conversación, quedándonos sin la posibilidad de ver cómo se encuentran nuestras selecciones como grupo, y de manera individual sus jugadores, quienes siguen siendo protagonistas en las principales ligas del mundo.

Los últimos partidos amistosos permiten apreciar a un Brasil contundente, que se afianza en su idea de juego. Tité se va decantando por un quinteto en el ataque conformado por Neymar, Vinicius, Paquetá, Raphina y Richarlison. Una defensa donde el único puesto por definirse parece ser el lateral derecho, donde se ha visto a un Militão cumpliendo muy bien, a pesar de no ser su posición habitual. En la mitad de la cancha, son claves los dos del Manchester United: Casemiro y Fred, dos recuperadores con físico, recorrido y llegada al área. Si hablamos de la portería, una posición que anteriormente había sido el talón de Aquiles de esta selección, me permito decirles que no recuerdo a una Canarinha con un trío de porteros mejores que Alisson, Ederson y Weverton.

Para hablar de Argentina necesitaríamos una columna aparte; lo que está generando la Scaloneta ha provocado incluso hasta filmación de documentales. Dejando a un lado la grandilocuencia que los caracteriza, en términos concretos, ganar la Copa América el año pasado le ha permitido a la Celeste y Blanca recobrar la confianza para sentirse candidata en Catar. Messi, junto a una nueva generación de futbolistas que tiene un mediocampo donde Paredes, De Paul y Lo Celso juegan de memoria, y un ataque donde seguramente Lautaro Martínez y Julián Álvarez serán los que acompañen al fideo Di María.

Colocar a Uruguay en esta lista no es un atrevimiento. Apostar a la Celeste en este mundial es reconocer su buen momento luego de la llegada de Diego Alonso como seleccionador. Un equipo bien armado con talento en todas sus líneas, en que se mezclan con eficiencia veteranía y juventud. Será la despedida para los históricos Godín, Cáceres, Muslera, Cavani y Suárez. Tal vez, también puede que sea la consagración de un goleador como Darwin Núñez o de Federico Valverde, el mejor mediocampista del mundo en la actualidad.

Hay argumentos futbolísticos para que la copa vuelva a América, donde Brasil y Argentina son serias candidatas al título; ahí le sumé a Uruguay, después, está el sentimiento que es difícil de desasociar. Elijo creer, espero que así sea.

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