En un dos por tres

Aprender sobre nuestra lengua y su ortografía nunca deja de sorprendernos. Nos vamos a fijar en la escritura de algunos números, que, aunque no lo parezca, también tienen normas para su escritura correcta. Como sabemos, contamos con dos sistemas para representar los números con signos: la numeración arábiga (0, 1, 2, 3, 4, 5, 6

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Aprender sobre nuestra lengua y su ortografía nunca deja de sorprendernos. Nos vamos a fijar en la escritura de algunos números, que, aunque no lo parezca, también tienen normas para su escritura correcta. Como sabemos, contamos con dos sistemas para representar los números con signos: la numeración arábiga (0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9) y la numeración romana (que utiliza siete letras del alfabeto latino: I, V, X, L, C, D, M). A estos dos sistemas de numeración podemos añadir la representación de los números mediante palabras. 

Hay un contexto en el que la Ortografía de la lengua española establece que siempre debemos escribir los números valiéndonos de palabras: en aquellos números que forman parte de locuciones, expresiones o frases hechas. Muchas veces con la ortografía nos volvemos un ocho, pero la regla no es tan complicada. Cada dos por tres tenemos dudas. Cuando nos ponemos a escribir tenemos la impresión de que nos hemos metido en camisa de once varas y nos parece que no vamos a dar con escritura correcta ni a la de tres. También hay quienes son más chulos que un ocho y creen que saben más que siete, y, si cometen errores, que los cometerán si se acercan a la lengua con esa actitud, les dan par de tres. 

En cuestiones de ortografía nunca es saludable que nos dé lo mismo ocho que ochenta. Sobre todo, cuando tenemos a nuestro alcance herramientas, como el Diccionario panhispánico de dudas (www.rae.es/dpd), la Ortografía de la lengua española (www.aplica.rae.es) o la Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do), que nos pueden ayudar a resolver nuestras dudas en un dos por tres.

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