Alcohol y medicamentos: por qué no se deben mezclar

Más de una vez nos han dicho que no debemos mezclar medicamentos con alcohol. Algunos aseguran que la razón radica en que, al hacerlo, el medicamento pierde su efecto, mientras que otros dicen que es por los posibles riesgos para la salud que supone esta combinación. ¿Qué hay de cierto en estas creencias?Tal y como

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Más de una vez nos han dicho que no debemos mezclar medicamentos con alcohol. Algunos aseguran que la razón radica en que, al hacerlo, el medicamento pierde su efecto, mientras que otros dicen que es por los posibles riesgos para la salud que supone esta combinación. ¿Qué hay de cierto en estas creencias?

Tal y como explica el portal Clínica Alemana, muchos medicamentos son metabolizados en el hígado, igual que las bebidas alcohólicas. Entonces, si ingieres ambos simultáneamente las dos sustancias competirán por ser asimiladas primero. Esto puede causar que algunos medicamentos se acumulen en el organismo y causen reacciones adversas. 

La población de riesgo está compuesta por adultos mayores de 65 años, ya que con los años disminuye la velocidad con la que el hígado metaboliza las sustancias etílicas. Esto quiere decir que su organismo podría tardar más tiempo en eliminarlas del cuerpo.

Reacciones distintas

No todos los fármacos actúan igual ante la presencia de alcohol, por lo que los efectos dependerán tanto del tipo de medicamento como de la cantidad de alcohol que se ingiera. La mezcla podría afectar la eficacia y seguridad de los fármacos, así como provocar náuseas, vómitos, dolor de cabeza, desmayos o pérdida de la coordinación. Asimismo, puede aumentar la probabilidad de sufrir hemorragias internas, problemas del corazón y dificultad respiratoria.

“Por ejemplo, a la persona que usa medicamentos para la diabetes le puede bajar la ázucar o darle un coma diabético. A las que usan medicamentos para tratar condiciones gastrointestinales les puede provocar daños en el hígado”, indica la farmacéutica Thania Frías.

De acuerdo con la profesional, a los pacientes con medicamentos de uso continuo, para controlar la diabetes o la presión arterial, se les recomienda tomar medidas a la hora de ingerir alcohol. “Pueden tomar sus medicamentos en la mañana y alcohol en la noche, a modo de que la diferencia de horas reduzca el riesgo de efectos adversos”, dice. 

Para estos tiempos, en los que hay muchas celebraciones, Frías aconseja ser responsable y coherente con la cantidad de alcohol que se tome si se está en tratamiento. 

“Se puede tomar alcohol, pero con moderación”, indica, recalcando que de igual modo hay que cerciorarse de que haya un tiempo prudente de diferencia entre la hora de la ingesta del fármaco y la bebida alcohólica. 

En el caso de quienes tienen trastorno por consumo de alcohol, que no controlen su consumo, sugiere acudir al médico. “En esos casos, por lo regular, se duplica la dosis de medicamentos”, concluye la farmacéutica.

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