Hechos sobresalientes en la vida de Pelé

Pelé debutó en un partido oficial con el Santos el 26 de abril de 1957 frente al Sao Paulo

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Antes de que comenzara la ‘era Pelé‘ en la historia del fútbol, el número diez no tenía un significado especial. Después del Mundial de Suecia 1958, en el que Pelé se proclamó campeón con sólo 17 años, ese número, que lució por casualidad en ese torneo, adquirió una dimensión especial al que dio valor con una decena de instantes para el recuerdo:

1. 7 de serptiembre: debut y gol

Con tan solo 15 años, un 7 de septiembre de 1956, Edson Arantes do Nascimiento, “Pelé“, jugó su primer partido como profesional. Lo hizo con el Santos en el ya desaparecido estadio Américo Guazelli, en el barrio de Vila Alzira en Santo André (Gran Sao Paulo), tras entrar a los treinta minutos de un partido amistoso contra Corinthias de Santo André, un equipo amateur.

Sólo tardó seis minutos en celebrar su primer tanto. Anotó el sexto gol de una victoria amplia (7-1) de un partido que formo parte de las celebraciones del aniversario de la Independencia de Brasil. Tiempo después, Antoninho, uno de sus rivales, recordó cómo fue aquel tanto: “Helio, el defensor de Santos, le dio el balón con la cabeza y éste llegó al centro del campo a Pelé. Luché porque era el mediocampista defensivo. Agarró el balón y me botó. Luego pasó a Zito, a Dati y pateó por debajo de Zaluar”. Ahí comenzó la historia.

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2. Su primer gol en un partido oficial

Pelé debutó en un partido oficial con el Santos el 26 de abril de 1957 frente al Sao Paulo en un encuentro del Torneo Río-Sao Paulo. Aquel día, el astro brasileño firmó uno de los goles de su equipo, que ganó 3-1 en el inicio de una temporada en la que Pelé firmó la increíble cifra de 42 tantos en 38 partidos. Incluso, hasta en tres ocasiones, celebró cuatro dianas en un mismo encuentro (ante el Guarani, el Nacional-SP y el Portuguesa Santista). La leyenda, acababa de comenzar.

3. Un 0-0 ante Inglaterra, el inicio de Pelé en los MundialesPelé, con 17 años, acudió al Mundial de Suecia 1958 con dudas. Lesionado por el defensor Ari Clemente en una rodilla durante un partido amistoso previo a la sexta Copa del Mundo, llegó muy justo a Suecia. De hecho, se perdió el primer partido ante Austria que solventó Brasil con comodidad (3-0). Como lo que funciona no se toca, el seleccionador Vicente Feola no dio minutos a Pelé para enfrentarse a Inglaterra en el siguiente duelo. El resultado final, un 0-0, desencadenó el resto de la historia.

Brasil, sin ideas en aquel partido, naufragó con estrépito. Los más veteranos, hablaron con Feola para buscar revulsivos. Pidieron a su técnico que diera la titularidad a dos jóvenes: Garrincha y Pelé. “Si no entran ellos, no jugamos nosotros”, dijo Nilton Santos. Dicho y hecho. Ambos jugaron frente a la Unión Soviética y Brasil consiguió una gran victoria (2-0) con dos tantos de Vavá y con el impacto en el juego de Pelé y Garrincha. La falta de ideas ante Inglaterra, desencadenó el romance de Pelé con los Mundiales.

4. La primera coronación de Pelé

En 1950, durante el “Maracanazo” (Brasil perdió ante Uruguay el Mundial en el estadio de Maracaná), Pelé, con nueve años, vio a su padre llorar mientras escuchaba en la radio una de las derrotas más sonadas de la historia de la Copa del Mundo. Entonces, le prometió una cosa: “No llores papá, voy a ganar el Mundial para ti”. Apenas ocho años después, cumplió con su profecía.

Lo hizo en Suecia 1958 tras aparecer en el tercer encuentro de la fase de grupos, frente a la Unión Soviética. Después, el 19 de junio de 1958 marcó su primer gol en un Mundial. Lo sufrió Gales, en cuartos de final. En semifinales, la víctima fue Francia, que perdió 5-2 con un triplete de Pelé. Y, ya en la final, Suecia cayó por idéntico resultado: 5-2. Pelé marcó otros dos, uno inolvidable, con aquel famoso sombrero que paró el tiempo en el estadio Rasunda de Solna. Pelé, el 29 de junio de 1958, hizo bueno el apodo que adquirió en semifinales contra Francia: había nacido O’Rei.

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5. Los cuatros sombreros de Pelé y el gol nunca visto

Pelé firmó muchos golazos y casi siempre recuerdan como el mejor el que marcó al Fluminense regateando a siete rivales. Sin embargo, hubo otro que todos los compañeros de su época coinciden que fue el mejor de todos los más de 1.000 que celebró a lo largo de su carrera.

En 1959, Pelé se enfrentó en un amistoso en Turín al Juventus. Poco después de fallar una falta, Dorval, el extremo derecho del Santos, lanzó un centro al borde del área, donde estaba Pelé. Con un simple toque, hizo un sombrero a Julinho. Después, Clovis y Homero, sucesivamente, recibieron otros dos sombreros de O’Rei. El último en caer fue el portero, apodado “Manos de Tigre”, que tampoco pudo evitar que el balón pasara por encima de su cabeza ni que besara la red de su portería. Ese fue el mejor gol de Pelé, jamás grabado y solo visto por unos pocos elegidos. Años después, fue recreado en imágenes 3D.

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6. El día que Garincha adquirió galones

Con 21 años, cuatro después de haberse proclamado campeón del Mundo en Suecia 1958, Pelé se presentó en Chile 1962 como el jugador a batir y como la principal figura de Brasil. Sin embargo, una lesión muscular acabó pronto con su aventura en el torneo. Tras estrenarse ante México con gol y victoria (2-0), el 2 de junio de 1962, durante el choque ante Checoslovaquia, sufrió una lesión muscular que le impediría jugar más partidos.

Huérfano del joven que deslumbró cuatro años atrás, Garrincha tomó el testigo de su compañero y partido tras partido se fue abriendo paso hasta llegar a la final. Marcó dos goles a Inglaterra en cuartos de final, otros dos a Chile en semifinales y el mejor regateador que probablemente haya dado la historia impulsó a Brasil hacia su segundo título. La lesión de Pelé, dio protagonismo a otro de los grandes del fútbol brasileño: Manuel Francisco dos Santos “Garrincha”, elegido mejor jugador del Mundial de Chile 1962.

7. Joao Pedro Morais y una entrada para la historia

Pelé llegó al Mundial de Inglaterra 1966 asentado en su trono como el mejor jugador del mundo. Nadie ponía en duda que era el nombre más importante del planeta fútbol. Y, su selección, Brasil, era el rival a batir. Entonces, sus rivales, incapaces de frenarle a través del fútbol, encontraron la fórmula para acabar con el diez: las faltas.

Brasil debutó con gol de Pelé y victoria (2-0) frente a Bulgaria; después, perdió ante Hungría (3-1) y se jugó su clasificación contra la Portugal de Eusebio. Hasta entonces, Pelé ya había saboreado el juego duro de sus rivales, que inflaron a patadas al brasileño en el primer encuentro. Reservado en el segundo, no se libró en el tercero. Y fue un hombre, Joao Pedro Morais, quien finalmente consiguió cazar al astro brasileño con una doble patada que le sacó del campo. En una época en la que no se podían hacer cambios, O’Rei regresó al césped y Brasil prácticamente jugó con diez para perder 3-1 y caer eliminado.

8. Las tres jugadas para la historias… que no fueron gol

En su último Mundial, en México 1970, Pelé acabó elevado a los altares tras ganar 4-1 en la final a Italia. Con un auténtico equipazo y una formación de ataque que aún se recita de memoria (Pelé, Gerson, Tostao, Rivelino y Jairzinho), Brasil dio una exhibición de fútbol hasta alcanzar su tercer título en el que Jairzinho, con siete tantos, se coronó como el máximo goleador del campeón.

Pelé marcó cuatro, pero también pudieron ser siete. En la retina de los grandes aficionados al fútbol quedaron tres momentos únicos que no fueron gol, pero que lo merecieron. El primero, ante Checoslovaquia, que estuvo a punto de recibir un tanto de Pelé desde más allá del centro del campo; el segundo, dejó una de las paradas más potentes de la historia de los Mundiales, la del inglés Gordon Banks a un cabezazo de Pelé; y el tercero, en semifinales, aquel regate sin balón de Pelé ante Uruguay que no fue gol por centímetros. Pelé, sin marcar, también era un genio.

9. El gol 1.000 de Pelé

A las 23:23 de la noche, hora local de Río de Janeiro, el miércoles 19 de noviembre de 1969, Pelé, con 29 años, marcó su gol número 1.000 apenas 13 años después del inicio de su carrera. Fue en un partido ante el Vasco de Gama, en Maracana, y lo hizo, como no, con el Santos, casi su único club a excepción del Cosmos de Nueva York, en el que jugó al final de su carrera.

Con 1-1 en el marcador, Pelé fue derribado dentro del área por el defensa Fernando. El árbitro Manoel Amaro de Lima señaló penalti y Pelé no falló. Después de marcar, buscó la pelota, la besó y al instante quedó rodeado por una marabunta de fotógrafos y periodistas que entraron al campo. En total, Pelé firmó 767 goles en 831 partidos oficiales y, contabilizados los amistosos, alcanzó los 1.282, una cifra estratosférica.

10. El último partido de Pelé

En vísperas del Mundial de Argentina 1978, Pelé decidió disputar, con 37 años, el último partido de toda su carrera, que se convirtió en un acontecimiento global. El encuentro, un amistoso entre el que era su ex club, el Santos, y el Cosmos de Nueva York, se disputó el 1 de octubre de 1977. Pelé jugó una parte con cada equipo y dio carpetazo a una carrera inigualable.

El estadio de los Gigantes de Nueva York acogió a 75.000 privilegiados que pudieron vivir en directo su adiós. Su último tanto, lo marcó con la camiseta del Cosmos y aquella noche le visitaron el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, el boxeador Mohamed Alí y sus compañeros Franz Beckenbauer y Carlos Alberto, que compartían camiseta en el Cosmos. Y, cuando Pelé dijo adiós, otro nombre empezaba a sacar la cabeza en el mundo del fútbol: Diego Armando Maradona, que con 16 años ya brillaba en Argentinos Juniors. 

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