Farah de la Mota: encontrar tu propósito de vida después del cáncer – El Profe Show

Sí, hay vida después del cáncer, y un ejemplo perfecto de ello es el caso de la comunicadora y emprendedora Farah de la Mota. Ella fue diagnosticada con cáncer de mama hace cuatro años, cuando tenía 39, pero nunca lo vio como una sentencia de muerte. Al contrario: lo tomó como una oportunidad para dar

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Sí, hay vida después del cáncer, y un ejemplo perfecto de ello es el caso de la comunicadora y emprendedora Farah de la Mota. Ella fue diagnosticada con cáncer de mama hace cuatro años, cuando tenía 39, pero nunca lo vio como una sentencia de muerte. Al contrario: lo tomó como una oportunidad para dar otro sentido a su vida. 

“Yo me apalanqué en la fe y en la actitud de querer resolver el problema. En lugar de preguntarme por qué a mí, me preguntaba para qué debía pasar por el cáncer“, cuenta Farah. Aun en ese difícil momento siempre mantuvo el optimismo y hoy en día es fiel creyente de que su fe en Dios fue lo que la salvó. 

En respuesta a su ´para qué´ nació Regálame Esperanza, una fundación a través de la cual recauda fondos para ayudar a personas (niños y adultos) que padecen cáncer. Ella define la fundación como el regalo más grande que le dejó su proceso. 

“Yo soy una persona católica y siempre lo digo: yo estoy viva por mi fe”Farah de la MotaComunicadora

En su caso, tuvo la dicha de tener acceso a centros médicos de primer nivel, tanto en República Dominicana como en Estados Unidos para recibir sus tratamientos. Sin embargo, era consciente de que no todo el que recibe el diagnóstico de esta enfermedad corre con la misma suerte. Muchos pacientes de cáncer deben lidiar con el reto que supone este mal a nivel económico, además de emocional. 

“Yo misma visualicé lo difícil que debe ser tener que enfrentar una enfermedad de este tipo sin los recursos económicos suficientes. Entonces creé Regálame Esperanza, una plataforma que busca generar recursos económicos que luego se donan a fundaciones que trabajan con personas con cáncer“, explica.

¿Cuál es la enseñanza que le dejó el cáncer? Vivir el ahora sin planificar tanto el futuro. “Yo definitivamente aprendí a vivir un poco más al paso, a estresarme menos y a disfrutar mucho más el tiempo que tengo junto a mi familia”, sostiene.

Ella define el cáncer como el descanso de la escalera de su vida en el que tuvo que hacer una pausa necesaria. Precisamente ese es el consejo que deja a quienes están atravesando por la situación que vivió hace años: no te quedes en el peldaño del cáncer: saca fuerzas y continúa, porque  quedan escalones por subir.

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