Comer muy rápido puede tener efectos muy nocivos en tu salud en general. Aquí hablamos de ellos ¡Toma nota!
Al comer demasiado rápido, no masticas adecuadamente. Tragas rápido y entra más aire de lo normal, lo que hace que la comida no se digiera bien y tenga consecuencias como gases o pesadez.
Como la digestión empeora, eso da lugar a hinchazón o acidez. Además, aunque parezca contradictorio, el organismo tarda más en sentirse satisfecho, lo que hace que consumas más calorías y se generen problemas como el sobrepeso o la obesidad.
Diversos estudios señalaron que quienes comen más rápido de lo normal no aprovechan los nutrientes de los alimentos.
Al comer muy rápido e ingerir casi sin masticar, puede generar un índice de masa corporal mucho mayor que el de aquellos que comen pausado. Hay una relación directa entre comer muy rápido, o engullir la comida, y la ingesta de alimentos poco saludables como la repostería industrial o los ultraprocesados.