El asesinato de un célebre periodista de investigación ha desatado un debate sobre la seguridad pública en Países Bajos, donde crece el miedo al crimen organizado y a las bandas de narcos.

Un agujero legal permite a los establecimientos que venden marihuana legalmente hacer compras de droga hasta por 3 millones de Euros, lo que abre la puertas a las bandas de la mafia.