Tipos de ortodoncia: ¿Cuál es la más adecuada?

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Existen distintos tipos de ortodoncia para corregir los problemas de mordida. La elección de cada una dependerá del caso clínico, la edad del paciente y sus necesidades. En este artículo te contamos sobre la variedad de aparatos y sus usos.

Existen distintos tipos de ortodoncia para solucionar las alteraciones en la oclusión o las malposiciones dentarias. La elección depende de cada caso clínico particular, de las recomendaciones del profesional y de las necesidades y posibilidades económicas del paciente.

La ortodoncia es la rama de la odontología que se encarga de estudiar, prevenir y corregir aquellas anormalidades de forma, posición o desarrollo que tienen los maxilares y las arcadas dentarias. Busca lograr un equilibrio funcional, morfológico y estético de la boca y del rostro.

Un tratamiento ortodóntico consiste en mover las piezas dentarias o desplazar los arcos dentarios para que haya armonía en la relación de las piezas de una misma arcada entre sí y de las superiores con las inferiores. Con estos sistemas se pueden corregir problemas como la mordida abierta, la mordida cruzada, el apiñamiento dental, el prognatismo y otros en los que esté alterada la oclusión.

Tipos de ortodoncia

Existen distintos tipos de ortodoncia con el mismo objetivo de corregir problemas en la mordida. La elección de uno u otro será en función a las sugerencias del ortodoncista, al caso clínico y a las necesidades y posibilidades del paciente.

Aparatos funcionales

En este tipo de ortodoncia se incluyen diversos aparatos removibles que se diseñan para alterar la posición de los músculos que intervienen en las funciones y movimientos de la mandíbula. Con frecuencia se indican durante la dentición temporaria o mixta (cuando el niño tiene dientes de leche y permanentes en la boca).

Al principio, este tipo de ortodoncia modifica la función muscular, lo que con el tiempo conlleva cambios estructurales. Al transformar la dirección y la intensidad de las fuerzas se generan desplazamientos dentarios e incluso cambios en el hueso de soporte de los dientes.

Aparatos removibles

Son los aparatos que el paciente puede colocar y sacar por sí mismo. Se pueden retirar para comer e higienizar, pero cuanto más tiempo permanezcan en la boca mejores son los resultados.

Este tipo de ortodoncia actúa ejerciendo presiones controladas sobre el hueso o sobre los dientes que se quieren movilizar. Dentro de esta categoría podemos distinguir los aparatos removibles que se utilizan para realizar ortodoncia interceptiva y las cubetas transparentes de la ortodoncia invisible, tipo Invisalign ®:

  • Aparatos para ortodoncia interceptiva: se trata de placas de acrílico que utilizan otros elementos, como arcos, resortes o tornillos para aplicar fuerzas mecánicas activas sobre las estructuras que se quieren modificar. Son útiles para guiar el crecimiento óseo y expandir el hueso, utilizándose en el tratamiento de mordidas cruzadas, apiñamientos y movimientos dentarios específicos. Se indican durante la infancia.
  • Ortodoncia invisible con alineadores transparentes: este sistema utiliza bandejas de plástico transparente que se hacen de manera específica para la boca de cada paciente. Se van recambiando con cierta periodicidad para que apliquen las fuerzas y se produzcan los movimientos dentarios que se quieren alcanzar. Son un sustituto estético y cómodo de los brackets fijos.

Aparatos fijos

Como su nombre lo indica, este sistema de ortodoncia se fija a los elementos dentarios y el paciente no lo puede retirar. Está compuesta por los brackets, que son los elementos que se adhieren a la superficie dentaria, y el arco metálico que los atraviesa.

De todos los tipos de ortodoncia, es la única capaz de movilizar de forma individual a todos y cada uno de los elementos dentarios en cualquier dirección. En general, se utilizan en la adolescencia, cuando ya se ha completado el recambio dentario, pero el hueso aún está creciendo. De todos modos, también pueden colocarse en los adultos, obteniéndose resultados satisfactorios.

Existen diferentes variantes de brackets para elegir y son las siguientes:

  • Metálicos: es el sistema más conocido, utilizado y también el más económico. Son visibles a simple vista, lo que puede ser una desventaja para quien busca estética durante el tratamiento. Los brackets de metal se cementan sobre las superficies dentarias y luego se coloca el arco metálico para que se realicen los movimientos de las piezas.
  • Cerámicos: son una opción estética por estar confeccionados de un material del mismo color del diente. Son discretos y funcionan de la misma manera que los metálicos, pero se pueden pigmentar con el uso.
  • De zafiro: son transparentes, por lo que pasan desapercibidos, siendo los más estéticos, pero también los más costosos. Ideales para aquellos que no quieran que se noten sus frenillos.
  • Ortodoncia lingual: este tipo de ortodoncia tiene la particularidad de que los brackets se cementan en la cara interna de los dientes. Pasan desapercibidos, por lo que son otra opción estética, pero su costo suele ser elevado.
  • Sistema Damon: es un tipo de ortodoncia similar a la tradicional, pero que utiliza como sujeción un arco especial que permite que el tratamiento sea más rápido. Es la elección ideal para aquellas personas que buscan resultados a corto plazo.

¿Qué se puede corregir o ajustar en la dentadura con la ortodoncia?

Como ya mencionamos, hay diferentes tipos de ortodoncia para tratar las diversas alteraciones que pueden ocurrir en la mordida de una persona. Un tratamiento con estos sistemas implica un exhaustivo proceso de diagnóstico con exámenes clínicos, radiográficos, fotografías y estudios de modelos, para así elegir la mejor alternativa.

El tratamiento de ortodoncia es la opción indicada para solucionar cualquier problema de maloclusión, es decir, aquellas alteraciones que dificulten la masticación, el habla, la limpieza dental y alteren la estética y la autoestima del paciente. Los síntomas de que la mordida está afectada son la alineación incorrecta de las piezas dentarias, la dificultad o las molestias para morder, las complicaciones en el habla, las alteraciones en la apariencia de la cara, la respiración bucal o los problemas en la articulación temporomandibular.

Problemas en la alineación de los dientes

Algunas afecciones en la oclusión pueden deberse a la incorrecta ubicación o posición de los elementos dentarios en la boca:

  • Malposiciones dentarias: los elementos dentarios están en un lugar de la arcada que no corresponde o la corona del diente está desplazada de su posición ideal.
  • Dientes rotados: cuando una pieza dentaria necesita ser girada sobre su propio eje para tener la posición correcta.
  • Pérdida prematura de elementos dentarios temporarios: al perderse una pieza de leche antes de tiempo se debe mantener el espacio para la erupción de las piezas definitivas con un mantenedor de espacio. Si esto no se hace los dientes vecinos ocuparán el lugar dificultando luego la correcta erupción.
  • Cierre de diastemas: cuando hay un espacio excesivo entre los dientes. Se corrige con brackets.
  • Apiñamiento: cuando los elementos dentarios, por falta de espacio, están encimados entre sí. No solo está afectada la estética, sino también se dificulta la higiene bucal, lo que supone un riesgo para otras afecciones.

Afección en la relación del maxilar superior con el inferior

En otras oportunidades está alterada la relación de los maxilares entre sí:

  • Prognatismo mandibular: sucede cuando los dientes inferiores se extienden de manera excesiva hacia adelante, los dientes superiores están muy por detrás de los inferiores o bien cuando la mandíbula inferior está muy adelantada. Dependiendo de la edad en que se corrija y del caso clínico particular se pueden utilizar expansores para el maxilar superior, máscaras faciales con mentoneras o bien combinando aparatología fija con cirugía ortognática.
  • Sobremordida: los dientes superiores del sector anterior cubren a los dientes inferiores más de la mitad de su altura. Este tipo de alteración se debe a problemas esqueléticos, por lo que su tratamiento en edades tempranas logra mejores resultados.
  • Mordida cruzada: ocurre cuando uno o varios dientes del maxilar superior quedan por fuera de los inferiores al morder. En los niños es más fácil de corregir utilizando expansores que ayudan al crecimiento de la mandíbula superior. En los adultos el tratamiento es más complicado y a veces es necesario complementar con cirugías.
  • Mordida abierta: los dientes superiores y los inferiores no logran contactar y queda un espacio entre ellos al morder. Dependiendo de la edad se puede corregir con expansoresbrackets o cirugía.
  • Línea media desplazada: cuando la línea media de la arcada superior no coincide con la de la inferior. El uso de brackets puede corregir esta discrepancia.

Trastornos funcionales

A veces la ortodoncia se utiliza para corregir y solucionar funciones del cuerpo en las que está involucrada la boca:

  • Problemas en el habla: la correcta pronunciación de ciertos fonemas puede verse afectada si la relación de los maxilares o la posición de los dientes está alterada. Solucionarlos con ortodoncia implica mejorar la función perdida. Complementar el tratamiento con logopedas es conveniente.
  • Respiración bucal: en algunos casos el uso de ortodoncia suele ser necesario para corregir este hábito disfuncional. El otorrinolaringólogo y el ortodoncista deben manejar el caso en conjunto.
  • Apnea de sueño: a veces la causa de este trastorno puede deberse a alteraciones en la manera de morder. Así, la ortodoncia puede ser una solución.
  • Problemas en la articulación temporomandibular: el uso de aparatología suele ser necesaria para el tratamiento y el alivio de los síntomas ocasionados por las alteraciones en la articulación temporomandibular.

¿Por qué es importante solucionar estos problemas con ortodoncia?

Como ya mencionamos, con los diferentes tipos de ortodoncia se pueden solucionar casi todos los problemas de mordida. Esto es importante no solo por los beneficios funcionales y estéticos que de por sí trae la mejora en la sonrisa, sino también por las afecciones dentales que se evitan.

Al corregir las alteraciones en la oclusión se evitan los problemas en la articulación temporomandibular y el desgaste excesivo de los dientes que ocluyen de más. Alinear las piezas dentarias también favorece la correcta higiene dental, evitando enfermedades como caries, gingivitis y periodontitis.

Ahora ya sabes que la sonrisa ideal es posible con los tipos de ortodoncia que aquí te comentamos. Concurrir de forma temprana al ortodoncista, desde los 6 años de edad, permite tener un diagnostico precoz y elegir el mejor aparato en el caso de que sea necesario un tratamiento.

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