¿Cómo ayuda la terapia sexuales a abordar los problemas de erección?

Los problemas de erección pueden afectar a la autoestima y a la calidad de la relación de pareja. En estos casos, la terapia sexual ofrece buenos resultados.

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Los problemas de erección son una de las disfunciones sexuales más comunes en varones y, también, una de las que causa mayor malestar personal y de pareja. No es infrecuente que surjan este tipo de dificultades de forma esporádica o puntual.

Sin embargo, cuando en la mayoría de las interacciones sexuales no se logra obtener o mantener una erección suficiente, nos encontramos ante un diagnóstico de disfunción eréctil. En estos casos, la terapia sexual es una de las intervenciones más eficaces.

La disfunción eréctil (o impotencia) puede ser primaria o secundaria en función de si nunca se ha logrado una erección adecuada o si, habiendo mantenido relaciones sexuales sin dificultad, comienzan a surgir problemas. Además, puede tener un origen tanto fisiológico como psicológico. En cualquiera de los casos, el abordaje psicoterapéutico puede ser de gran ayuda.

¿En qué consiste la terapia sexual?

En general, la terapia sexual aborda las disfunciones presentes en cualquiera de las fases de la respuesta sexual: deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución. Pero, además, en muchas ocasiones involucra también a la pareja, haciendo hincapié en los aspectos sociales y relacionales. De esta forma, se ofrece una solución más completa.

¿Cómo ayuda a abordar los problemas de erección?

Los problemas de erección pueden tener una causa orgánica. Es decir, pueden derivarse de enfermedades (diabetes, afecciones cardiacas o trastornos del sistema nervioso), toma de medicamentos o alteraciones hormonales.

No obstante, en muchas ocasiones son las creencias erróneas y las emociones como el miedo y la ansiedad las que desencadenan la disfunción. Así, la terapia sexual aporta herramientas a la persona afectada para disminuir el impacto de estas variables.

Incluso en aquellos casos en los que existe un origen fisiológico, el abordaje psicológico es relevante para aprender a lidiar con las dificultades y mejorar la autoestima y la relación de pareja. Por ello, una intervención combinada con fármacos y terapia sexual puede ser la mejor elección.

Estrategias para abordar los problemas de erección con terapia sexuales

La terapia sexual puede incluir diversas estrategias para abordar los problemas de erección. Sin embargo, es necesario realizar una evaluación del caso particular para identificar los factores de origen. De esta manera, se puede realizar una intervención más personalizada. No obstante, generalmente suelen emplearse las siguientes técnicas.

Psicoeducación

La psicoeducación consiste en proporcionar información tanto al paciente como a su pareja acerca de la sexualidad. Con esto se persigue que logren una mejor comprensión de la respuesta sexual humana y de qué factores fisiológicos y emocionales pueden incidir en la disfunción.

Además, esta estrategia también es útil para derribar mitos y creencias falsas acerca de la sexualidad que pueden derivar en culpa y vergüenza e impedir disfrutar de las relaciones de una forma saludable.

Reestructuración cognitiva

Los patrones de pensamiento rígidos tienen una gran influencia en la imposibilidad de lograr una erección. Así, con frecuencia se mantienen creencias tales como: «tengo que lograr una erección siempre y de forma rápida», «mi valor como hombre y como pareja depende de mi desempeño sexual», «ya he tenido problemas de erección antes así que los tendré siempre».

Este tipo de planteamientos genera una enorme ansiedad que desemboca en la disfunción eréctil. Por ello, la reestructuración cognitiva se centra en identificar esos pensamientos y sustituirlos por otros más flexibles y ajustados a la realidad. 

Focalización sensorial

El excesivo foco que se pone en complacer al otro hace que el hombre se desconecte de sus propias emociones y sensaciones corporales por lo que no disfruta del intercambio.

Así, la focalización sensorial consiste en prescribir a la pareja una serie de encuentros en los que el coito esta prohibido. Durante los mismos, deberán acariciarse mutuamente por turnos y tratar de conectarse con sus propias sensaciones y las del compañero.

En un inicio, los genitales quedarán excluidos de esta sesión de caricias, pero más adelante serán también incluidos. En cualquier caso, al eliminar la posibilidad del coito, la presión se reduce y ambos pueden centrarse en disfrutar y sentir.

Efectividad de la terapia sexual en los problemas de erección

Existen otras estrategias como la desensibilización sistemática y el trabajo con el vínculo de pareja que hacen la intervención más completa. No obstante, la reducción de la ansiedad y la modificación de creencias son los pilares de la terapia sexual en este caso.

Generalmente, se trata de intervenciones de corta o media duración que ofrecen buenos resultados. Tras la terapia, no solo mejora la disfunción eréctil sino que la autoestima del paciente y la satisfacción de ambos miembros de la pareja también se incrementan. Por lo mismo, las técnicas cognitivo-conductuales son las más comúnmente empleadas.

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