¿Nuevo año, nuevo tú? Errores que cometes al plantearte una reinvención personal

Seguro que te sientes identificado. Empieza un nuevo año, el cual ves como una nueva oportunidad para reinventarte en el ámbito personal. Iniciar el gimnasio, comer más saludable, ahorrar o ser más organizado son algunas de las resoluciones que te planteas cada año.

Sin embargo, una vez llega el 31 de diciembre, te das cuenta de que apenas cumpliste con una mínima parte de ellas. Para el siguiente año listas los mismos propósitos y se repite la historia: te encuentras en un círculo vicioso que te lleva a preguntarte ¿qué estoy haciendo mal?

Tal y como reseña el portal The Guardian, las reinvenciones personales, en la mayoría de los casos, fracasan por las siguientes razones: fijas tus metas demasiado altas, tus obligaciones existentes en el trabajo o en casa se interponen en tu camino, te exiges más de lo que sabes que puedes dar y la última, y quizá más importante de todas: te niegas a aceptar la versión existente de ti mismo con todas sus imperfecciones.

“En la mayoría de los casos las personas entregan el control de los resultados a situaciones externas y se plantean metas muy generales sin desglosarlas en pequeños logros tangibles del día a día. Por ejemplo, no es lo mismo decir: ‘aumentaré mi hábito de lectura en este año’ que plantearse ‘comenzaré a leer 15 minutos diarios todos los días’”.

Así lo explica la psicóloga clínica Clarissa Guerrero, quien asegura que lo mismo pasa con las dietas, el ejercicio, el ahorro y las demás resoluciones habituales… “No es realista ni sostenible pasar de 0 a 100, así como tampoco lo es plantearse metas que abarquen mucha amplitud”.

De acuerdo con ella, el inicio de un año nuevo marca nuevos ciclos de manera cronológica y de manera simbólica para muchas personas, lo que explica que al iniciar un nuevo ciclo estemos abiertos a la transformación.

“Sin embargo, no podemos dejar de lado el factor publicitario y mercadológico que por años ha sostenido estas ideas, ya que la realidad es que cualquier momento es propicio para el inicio de bienestar y el progreso en nuestras vidas”, sostiene.

Si bien es cierto que plantearse metas tiene sus ventajas, como el hecho de que sirve para proporcionar enfoque, mejora la productividad y refuerza el compromiso, el problema viene cuando las personas pretenden obligarse a sí mismas a cambiar, a fin de alcanzar sus objetivos.

“Forzar pocas veces (o nunca) es sostenido en el tiempo. Hay que hacer los cambios por convicción plena y propia, ya que forzar o presionar puede llevar a bloquearse y con esto obtener resultados completamente contrarios a lo que se busca”, señala la experta en conducta humana.

Los especialistas hablan de que el primer paso para una reinvención personal es aceptarse con todo y defectos, una opinión con la que Guerrero concuerda. Es enfática al decir que aceptar no implica conformarse, que son términos que con frecuencia se confunden. “Aceptarnos como somos es precisamente sacar en balanza nuestras fortalezas y los espacios a mejorar que existen en nosotros para trabajar de manera proactiva y realista en el progreso diario”, detalla.

Otro punto a tomar en cuenta, según dice, es enfocarse en lograr una transformación personal y no en cambiar. “Cuando hablamos de cambio generalmente nos referimos a algo radical, que pasa de la noche a la mañana. Una transformación, por el contrario, lleva tiempo, es más real y tangible”, señala.

Concluye diciendo que las transformaciones poseen espacios de retrocesos que son muy esperados en cualquier proceso y son más sostenibles en el tiempo, porque son motivadas por un bienestar intrínseco más que por una motivación externa, como es el caso de los cambios.