Instituto del que Montaner fue presidente alista un evento especial para honrar su legado
“Carlos Alberto es una de las personas esenciales en la lucha por la libertad y la democracia en las Américas y así será recordado”, dijo el jurista y exministro boliviano, que vive exiliado en Miami
El escritor, periodista y ensayista cubano en el exilio Carlos Alberto Montaner, fallecido este jueves en Madrid, fue un “extraordinario luchador por los derechos humanos y la libertad de Cuba y las Américas”, declaró a EFE el director del Instituto Interamericano para la Democracia, Carlos Sánchez Berzaín.
“Carlos Alberto es una de las personas esenciales en la lucha por la libertad y la democracia en las Américas y así será recordado”, dijo el jurista y exministro boliviano, que vive exiliado en Miami.
El instituto miamense, del que Montaner fue presidente seis años y luego director de su fondo editorial, le rendirá homenaje en las próximas semanas con un “evento especial”, agregó.
Sánchez Berzaín, que habló con Montaner la semana pasada y le notó “cansadito y con la voz lenta”, destacó las cualidades no solo intelectuales sino personales del escritor y periodista al que consideraba un “entrañable amigo”.
Según dijo a EFE, muchas veces habló con él de cómo “había que irse de esta vida dignamente, que es el último derecho que nos queda”.
En el comunicado en el que anunció hoy el fallecimiento de Montaner en su domicilio en Madrid, adonde se había trasladado en octubre pasado, la familia dijo que el escritor de 80 años padecía una enfermedad neurodegenerativa.
También agradeció a los profesionales de la sanidad pública española, a la Asociación Derecho a Morir Dignamente y a todos los familiares y amigos que le han manifestado tanto afecto en el tramo final de una prolífica vida.
“Llegó la hora de recapitular. Hay que ir haciendo las maletas. Desaparecer es una actividad ingrata que sólo se justifica porque es la única prueba irrefutable de que hemos vivido”, escribió Montaner en su libro de memorias “Sin ir más lejos” (2019).
“Era un humanista, una persona extraordinaria. Yo siempre lo he visto ayudando a alguien. Era incapaz de hacer un mal comentario respecto a cualquier persona”, recordó Sánchez Berzaín.
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