Estudiantes ucranianos se convierten en héroes al graduarse

Desde el inicio de la guerra, más de 3,300 instituciones académicas han resultado dañadas o destruídas en Ucrania. 

Anna Novosad fue ministra de educación, y ahora es una activista educativa. Como la guerra no parece terminar pronto, dice que necesitan soluciones más rápidas para los estudiantes afectados. 

“La dimensión del daño es enorme. Reconstruir una escuela como esta cuesta entre 7 y 8 millones de euros y toma varios años. Así que lugares como estos necesitan soluciones modulares, soluciones temporales. Por otro lado, ¿qué es temporal? ¿2 o 3 años? Eso es toda una vida para los estudiantes”, recalca.

Para Sergei Mykhailo, un joven graduando de 17 años, la guerra ha cambiado su percepción del mundo. “Empecé a apreciar más la vida, ahora entiendo que todo puede desaparecer de un momento a otro”. Dimitri Bohdan, uno de sus compañeros, va un poco más allá: “Dejamos de ser niños, así es como nos ha afectado la guerra. Es por eso que sólo pienso en sobrevivir cada día. Ése es el objetivo principal. Y que termine la guerra”. 

El fin de la guerra es algo que no pueden controlar. Pero sí les ha forjado la determinación de seguir luchando por lo que importa: su futuro. 

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