Síndrome de Napoleón: liderazgo basado en humillaciones y amenazas

Este síndrome puede afectar tanto el ambiente laboral como la productividad y el logro de objetivos

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En el ámbito laboral, existen distintas malas prácticas relacionadas a la forma de ejercer el liderazgo. Una de ellas es el síndrome de Napoleón, término que se utiliza para referirse a aquellas personas que lideran equipos con ofensas y amenazas, llegando incluso a humillar públicamente.

Quienes presentan este complejo suelen ser líderes descuidados y de bajo nivel, que se comportan de manera agresiva como forma de compensar su baja autoestima. “Este tipo de personas a menudo muestran una agresividad excesiva para demostrar que no son ´menos´ que los demás”, explica la psicóloga Verónica Coste, experta en el área de Recursos Humanos. 

El síndrome recibe su nombre por el emperador francés Napoleón Bonaparte, de quien se dice que compensaba su baja estatura con la búsqueda del poder, la guerra y la conquista. En el ámbito laboral, la estatura baja es sustituida por un complejo de inferioridad que provoca ambientes tóxicos. 

Debido a su baja autoestima, estas personas sienten la necesidad de tener el control de su entorno y de quienes los rodean generando miedo y no aceptan que sus compañeros tengan mejores opiniones ni ideas, por temor a perder poder o verse débiles. “Suelen tener una fuerte sensación de control, hasta el punto de negarse a delegar tareas o compartir el poder”, indica Coste.

Así afecta a las empresas

El síndrome de Napoleón puede afectar tanto el ambiente laboral como la productividad y el logro de objetivos. Como los líderes con este complejo tienden a presentar comportamientos hostiles y agresivos hacia sus colaboradores, suele predominar la falta de comunicación entre el jefe y el equipo.  Además, suelen ser muy inseguros, lo que dificulta la delegación de tareas. 

Expertos aseguran que un equipo mal liderado puede provocar estrés, frustración y cansancio, lo que deriva en un bajo rendimiento laboral. Según reseñan desde el blog Evo Payments, la desmotivación y el desinterés laboral muchas veces son provocados por los líderes autoritarios que abusan de su poder y no reconocen el esfuerzo de las personas. Si un equipo no cuenta con una dirección adecuada, es casi imposible que cumpla con sus objetivos. 

Si identificas este síndrome en tu superior, ¿qué debes hacer? En primer lugar, Coste recomienda hablar con él y explicarle los signos que has observado, así como expresarle cómo te está afectando ese comportamiento y las medidas que te gustaría que se tomaran para resolver la situación. 

En caso de que no tengas la confianza de hablar directamente con tu jefe, sugiere buscar apoyo tanto de un compañero como de un colega. También puedes considerar hablar con el departamento de Recursos Humanos de la empresa para la que laboras para que intervenga y lo ayude a buscar una solución más formal.

Si tras poner en práctica las recomendaciones anteriores, el comportamiento de tu jefe sigue afectando de forma significativa tu salud mental, una buena opción es considerar buscar otro empleo, con un mejor ambiente laboral. De igual modo, la psicóloga sugiere buscar ayuda de un profesional. “Un terapeuta te puede ayudar a desarrollar estrategias para hacerle frente”, concluye.

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