La manzana, una fuente de salud entre la ‘discordia’ y el ‘pecado’

Esta fruta ha sido compañera de grandes personajes de la mitología, de la religión y de los niños, a través de cuentos inolvidables que le han dado vida

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El manzano es una de las especies más cultivadas a nivel mundial, gracias a su fácil adaptación a diferentes suelos y climas, su resistencia a muy bajas temperaturas, su valor alimenticio, además de la calidad y diversidad de productos que se obtienen en agroindustria. Por todo ello, según información estadística de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la manzana es la fruta que ocupa el tercer lugar con mayor consumo a nivel mundial, por debajo de la banana.

 

 

Miles de variedades distribuidas en el mundo

 Se estima que existen entre 5.000 y 20.000 variedades cultivables de manzanas, aunque el número se reduce a nivel comercial y entre sus variedades más populares se encuentran las siguientes: Red Delicious, Golden Delicious, Starking, Grammy Smith, Gala, Fuji y Braeburn.

Estas diferentes variedades se distribuyen preferentemente en zonas de climas templado-fríos, pues es una de las especies frutales que requiere mayor cantidad de horas de frío (temperaturas inferiores a 7º C) durante el periodo de dormición o descanso invernal.

Las manzanas poseen la propiedad de poderse almacenar durante varios meses y, sin embargo, no perder su frescura, por lo que, para obtener el máximo beneficio, los productores pueden cosechar durante la temporada y luego almacenarlas hasta por un año en instalaciones especialmente creadas para evitar el proceso de maduración excesivo.

Los productores más importantes de manzana son China, Estados Unidos, Turquía, Polonia e Italia. También Francia e Irán y, en Latinoamérica, Chile y Argentina, principalmente en Valle Central (Chile) y Alto Valle del Río Negro (Argentina). En Ecuador, esta fruta se ha aclimatado a grandes altitudes sobre el nivel del mar, debido a las temperaturas templadas constantes durante todo el año.

Historia y leyendas 

La mayoría de estudios datan la antigüedad de la manzana en épocas prehistóricas, afirmando, incluso, que el cultivo se remonta al origen de toda civilización. Los restos más antiguos de manzana corresponden a la época más reciente de la Edad de Piedra, entre 8.000 y 2.500 años antes de Cristo, y ya aparecen formas cultivadas de manzana en la primera época de la Edad de Hierro.

Es el fruto comestible de la especie ‘Malus doméstica’, el manzano común, y su ancestro salvaje es el ‘Malus sieversii’, procedente de las montañas de Asia Central de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Xinjiang (Estados independientes).

La manzana era una fruta agria en su inicio que se perfeccionó con la cultura grecorromana y se convirtió en la Edad Media en una fruta muy apreciada y extendida que se podía adquirir a bajo precio. Fue introducido en España por los pueblos del norte de África y durante el proceso de romanización de la península. A su vez, los colonizadores europeos las llevaron a América, y ya el siglo XIX representó una época de grandes esfuerzos en la mejora del manzano, para, en la actualidad, resultar uno de los frutos más populares y disponibles durante todo el año.

La manzana es posiblemente una de las frutas más conocidas desde la antigüedad y, en torno a ella, se han creado mitos y leyendas que no hacen sino destacar su importancia en la alimentación y sus sanas propiedades medicinales. Sin embargo, uno de los problemas para identificar manzanas en religión, mitología y cuentos populares es que la palabra ‘manzana’ se utilizó como un término genérico para todas las frutas, excepto las bayas, ya en el siglo XVII.

En el Génesis, Dios indica a Adán y Eva que no deberían comer del fruto prohibido del árbol del bien y del mal, pero al contravenir su mandato, provocaron la expulsión del ser humano del paraíso. El ‘mal’ se tradujo como ‘malum’, que puede significar ´mal´, ´manzana’ o simplemente fruta, que procedente de un árbol quedó representado como manzana.

La manzana ha sido un fruto simbólico a lo largo de la historia. Por ejemplo, en la mitología griega, el héroe griego Heracles, como parte de sus doce trabajos, estaba obligado a viajar al Jardín de las Hespérides y recoger las manzanas doradas del árbol de la vida que crecían en su centro.

También, la manzana de oro que Paris entrega a la diosa Venus y que provoca la enemistad entre Hera, Afrodita y Atenea, pasó a la historia como la conocida “manzana de la discordia”, que desató la guerra de Troya.

En la antigua Grecia, la manzana era considerada sagrada para Afrodita (diosa de la belleza y el amor). Lanzar una manzana a alguien era declarar simbólicamente el amor de uno; y de manera similar, atraparla era mostrar la aceptación de ese amor. Un epigrama atribuido a Platón afirma: “Te tiro la manzana, y si estás dispuesta a amarme, tómala y comparte conmigo tu niñez, pero si tus pensamientos son los que ruego que no sean, tómala y considera cuán efímera es la belleza”.

Símbolo y fuente de salud en todas las épocas

Infografía

El manzano es una de las especies más cultivadas a nivel mundial, gracias a su fácil adaptación a diferentes suelos y climas, su resistencia a muy bajas temperaturas, su valor alimenticio, además de la calidad y diversidad de productos que se obtienen en agroindustria. Por todo ello, según información estadística de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la manzana es la fruta que ocupa el tercer lugar con mayor consumo a nivel mundial, por debajo de la banana.

Por Isabel Martínez Pita 

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