Una noche llena de ritmo y emociones junto a Danny Ocean
El artista venezolano estableció de inmediato una conexión energética con la multitud
El artista venezolano Danny Ocean llenó de ritmo y emociones el Pabellón de Volleyball del Centro Olímpico, en el marco de su tour “Danny Ocean 2023″.
El concierto, que estaba programado para las 8:30 de la noche, finalmente inició a las 10:15 de la noche. La ambientación estuvo a cargo de un DJ.
Danny arrancó el espectáculo con su contagiosa canción Dembow, uno de los temas del inicio de su carrera, estableciendo de inmediato una conexión energética con la multitud. El evento estuvo bajo la producción de SD Concerts, del empresario artístico Saymon Díaz.
“Gracias por estar aquí… si se la saben, todo el mundo conmigo, ¿ok?”, fueron sus primeras palabras a un público que estaba eufórico luego de una larga espera.
El escenario contaba con tres pantallas, una de fondo amplia y dos laterales.
El público pudo disfrutar de música en vivo, con luces, burbujas, confetis y demás que daban vida al escenario.
Mientras avanzaba la noche, el artista venezolano deleitó a sus seguidores con una selección de sus éxitos más conocidos.
“Fuera del mercado”, “Bikini”, “Swing”, “Veneno”, “Si es amor”, “Epa wei”, “Báilame”, “Istanbul”, “Volaré”, fueron parte del repertorio.
Amor por los cuatro vientos
Entre sus interacciones, Ocean dio a conocer que su novia es dominicana, dedicando una canción sin decir el nombre de su pareja.
“Mi novia es dominicana y esta canción es especialmente para ella”, destacó Ocean para darle paso a “Si es amor” y luego a “Swing”.
“Me rehuso” y “Fuera del mercado”, fueron de los temas más esperados por el público, donde todos cantaban a una sola voz.
El concierto culminó a las 11:30, teniendo una duración de una hora y 15 minutos. Al despedirse, el público le pidió otra y cantó de nuevo “Detente”, tema junto a Mike Bahía.
Aforo
El público fue muy variado. Se observaban jóvenes, adultos, niñas con pancartas, así como otras llorando, cantando al unísono con Danny.
A pesar de que el Pabellón no alcanzó su capacidad máxima de asistencia, los sentimientos estuvieron a flor de piel.
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