¿Puedes permitirte tanto carro? – El Profe Show

Un joven me preguntó en estos días si era bueno tomar un préstamo que le ofrecían para comprar un vehículo. Al analizar la situación, me di cuenta que… bueno, te lo cuento. Había una feria de automóviles y él fue buscando una opción para cambiar su primer automóvil, que ya estaba bastante usado, podríamos decir.

0 71

Un joven me preguntó en estos días si era bueno tomar un préstamo que le ofrecían para comprar un vehículo. Al analizar la situación, me di cuenta que… bueno, te lo cuento.

Había una feria de automóviles y él fue buscando una opción para cambiar su primer automóvil, que ya estaba bastante usado, podríamos decir. Vio opciones y, casi decidido, preguntó por un préstamo. ¡Oh, sorpresa!, le ofrecieron prestarle más de lo que necesitaba para el vehículo pensado.

Un préstamo a cinco años le ponía en posición ventajosa. Cuotas cómodas le hicieron soñar.

Todo lo que digo aquí vale también para la vivienda, es el mismo procedimiento, con otros números, pero el mismo esquema mental. Lo explico por extenso en mi libro Arco Iris Financiero.

Veamos tres puntos importantes:

· Costos de adquisición: A mayor tiempo pagando, más pagamos. Aumentar el período de pago lleva tener cuotas menores, ilusión óptica que nos hace pensar que sacamos beneficio. ¿Cuál resultado es más alto? 10 por 24; 8 por 36; 7 por 60. Rápidamente te digo que el último. Pero, si la primera parte de cada ecuación (10, 8 y 7) es la cuota, muchos pensarán que pagan menos eligiendo una cuota de 7.

· Posibilidad de pagar la cuota no es igual a la de pagar el vehículo: Sacar una cuota menor mensual nos hace pensar que podemos tener ese vehículo. La verdad es que, si el préstamo pasa de 3 años, ese vehículo es mayor de lo que mis finanzas pueden soportar.

· El monto de la cuota no es el único costo extra: Muchos escuchan lo que tendrán que pagarle mensualmente al banco y piensan: haciendo un sacrificio lo logro. ¿Estamos conscientes que un vehículo más caro paga más seguro, más mantenimiento, quizá consume más combustible, etc.? Y lo más importante, haremos viajes más largos, algunos familiares y amigos preferirán ir con nosotros, etc. Tener un mejor vehículo atrae mayores gastos, los cuales casi nadie incluye en la ecuación de costos mensuales.

Retomo el relato del joven que me inspiró a escribir este artículo y que tú conoces desde el inicio del mismo. Una vez le hice al joven estas aclaraciones, él pudo notar que sus costos mensuales se irían a las nubes. Tendría que hacer grandes sacrificios en sus siguientes meses o años para poder mantener el vehículo que el préstamo le permitiría adquirir.

Solo porque soy maldadoso, le analicé un poco más allá. Le hice entender que no tendría capacidad de ahorro en los próximos años, no podría invertir por no tener ahorros, no conseguiría reunir para el inicial de una vivienda propia, no podría ni tener salidas tan frecuentes como las que ahora tiene. Todo por mantener un vehículo que su costo aún no era adecuado a sus ingresos ni ahorros.

Mi sugerencia final fue:

¡Aún no te puedes permitir tanto carro!

Deja un comentario