En el barrio Arroyo Bonito de Manoguayabo se siente “abandonados”

Comunitarios en Altamira en Villa Verde también dice sentirse desamparados y piden intervención de las autoridades,En Blasina Campusano temen pared colapse ante mal estado

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En el barrio Arroyo Bonito del sector Manoguayabo, en Santo Domingo Oeste, la devastación causada por las intensas lluvias hace casi un mes sigue sin mejoría. A pesar de las promesas del Gobierno, los residentes afectados permanecen a la espera de las ayudas prometidas que nunca llegaron.  

Las consecuencias de este abandono son palpables en las calles inundadas de agua sucia, ya que las autoridades no han llevado a cabo el desagüe necesario. Esta negligencia no solo ha sumido a la comunidad en la desesperación, sino que también ha desencadenado un brote de dengue, poniendo en riesgo la salud de los comunitarios. 

El sector Manoguayabo fue una de las zonas más afectadas por las lluvias, no solo por los objetos materiales destruidos, sino por las vidas humanas que se perdieron. 

A 24 días de las torrenciales lluvias del 18 de noviembre algunas personas continúan con sus pertenencias fuera de sus hogares y otros lamentan la pérdida total de sus posesiones. 

La falta de respuesta efectiva por parte del Gobierno ha dejado a Arroyo Bonito en un estado de desamparo, exigiendo acciones urgentes para mitigar las condiciones precarias y prevenir mayores consecuencias para la salud. 

Giselle Guzmán, residente del barrio Arroyo Bonito, indicó a El Profe Show que la situación que viven es desesperante. Sostuvo que han tenido que buscar dinero de sus propios bolsillos para intentar arreglar la situación y eliminar el lodazal formado en el lugar, sin embargo, no da abasto. 

“Reunimos dinero de nuestros propios bolsillos para poder intentar tapar eso, pero no se puede porque es que ya eso se nos va de las manos”, expresó. 

Precisó que producto de la situación, su hijo estuvo tres días ingresado en un centro de salud con dengue. 

Fello Bautista manifestó que en esta zona no tienen síndico, por lo que se sienten abandonados totalmente y piden la intervención del presidente de la República, Luis Abinader. 

Villa Verde también en abandono 

El barrio Villa Verde, ubicado en el sector Manoguayabo, también fue uno de los más afectados por las lluvias

Tiburcio Abreu manifestó que las ayudas por parte del Gobierno no han llegado a esta zona y que lo poco que han podido arreglar ha sido con ayuda de algunos vecinos y de su hijo Jonathan Abreu, popularmente conocido como “Pío la Distingancia”. 

En la parte trasera de su casa colapsó una pared destruyendo gran parte de la siembra que tenía ahí. 

Las calles en esta zona también quedaron muy afectadas, provocando acumulados de agua sucia que también ha dejado muchas personas infectadas por el mosquito del dengue. 

Zuleica Abreu Sosa expresó que el agua dañó gran parte de sus ajuares y que llevó arrastras los útiles escolares de sus hijos. 

Indicó que las aguas acumuladas ante la condición de la calle ha llevado enfermedad para el sector. Su hija de 16 años estuvo seis días ingresada en un centro de salud con dengue al igual que una sobrina. 

Las ayudas llegaron a otras zonas 

Pese a la queja de muchos comunitarios en Manoguayabo, al sentirse abandonados por las autoridades, los residentes de la calle Blasina Campusano resultaron agraciados. 

La autoridades asfaltaron la calle que había quedado destruida ante el acumulado de agua que dejó sin vida a cuatro personas en el área. También han recibido ayudas de pinturas, camas y otros ajuares. 

Se recuerda que la ruptura de una pared sorprendió a estos comunitarios ante la presión del agua acumulada en la parte trasera de unos edificios que quedan allí.

Tras la visita del Gobierno en esa zona, la viceministra administrativa de la Presidencia, Scarlet Benzán, prometió que actuarían legalmente en contra de la constructora que realizó la construcción por construir el muro sin un drenaje adecuado. 

Sin embargo, aseguran que esta promesa está lejos de la realidad y que la constructora pretende subir el muro de nuevo sin realizar el drenaje. 

Además, hay otra pared que está apunto de colapsar, por lo que temen que afecte a los niños que juegan en la zona y a los vehículos que parquean ahí. 

Una señora, quien pidió no ser identificada, manifestó que luego de la tragedia quedó destruida y que no había llegado a su casa hasta ayer martes. 

Expresó que se ha estado quedando en una casa que le prestaron y que apenas acudió a limpiar lo poco que se salvó tras las aguas. 

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