Por qué el teletrabajo ha demolido el mercado inmobiliario de oficinas

Los restaurantes y bares que han perdido una parte importante de su clientela y están desesperados por verla regresar

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Mipim, la mayor feria de bienes inmuebles del mundo, abre sus puertas en Cannes este martes en un ambiente sombrío: tanto en Estados Unidos como en Europa, el mercado está en crisis. Lo mismo ocurre con los inmuebles de oficinas, cuya situación se considera preocupante.

Las torres gemelas que debían levantarse en el barrio de negocios de La Défense, al oeste de París, acaban de ser aplazadas indefinidamente. Es probable que se produzcan otras cancelaciones.

Hasta 2019, el número de nuevos edificios de oficinas en construcción en Francia crecía exponencialmente. Ese año, las inversiones alcanzaron un techo de 25,000 millones de euros. Pero entonces llegó la pandemia de Covid-19 e impulsó el teletrabajo. Esta pequeña revolución en el mundo del trabajo iba a poner completamente patas arriba un mercado que hasta entonces se había considerado seguro y próspero.

En 2023, sería una debacle. En Francia, las inversiones en inmuebles de oficinas el año pasado se redujo a la mitad con respecto al máximo alcanzado en 2019. La subida de los tipos de interés decidida para combatir la inflación está asestando un golpe mortal a este mercado, que se ha visto repentinamente reducido por los nuevos hábitos de los asalariados. Este efecto tijera se produjo al mismo tiempo en todo Occidente. Y es sin duda en Estados Unidos donde los efectos son más marcados. La desocupación en las oficinas ronda el 20%, la más alta desde hace cuarenta años. Un 30% en San Francisco, donde las empresas tecnológicas han sido las más rápidas en reconvertirse a la desaparición de oficinas.

Un desastre para el entorno local

“Los restaurantes y bares que han perdido una parte importante de su clientela y están desesperados por verla regresar deben replantearse su modelo de negocio y adaptarse a esta nueva situación. Hoy en día, en Nueva York, sólo uno de cada diez empleados está en la oficina cinco días a la semana. También es un sismo para las finanzas públicas de las autoridades locales. Una ciudad como Boston obtiene el 30% de sus ingresos fiscales del impuesto de sociedades. Para hacer frente al déficit, la ciudad de San Francisco ya ha anunciado recortes presupuestarios del 10%.”

¿Puede la bajada de los tipos de interés prevista para los próximos meses invertir la tendencia? Los más optimistas pronostican ya un repunte en el plazo de un año. Los pesimistas, en cambio, creen que la demanda no está preparada para remontar, dado que el fenómeno del teletrabajo ha llegado para quedarse. En Francia, por ejemplo, los experimentos con la semana de cuatro días también podrían animar a las empresas a reducir sus oficinas. Los realistas se preocupan por las repercusiones financieras.

Con la caída del mercado, los bancos que concedieron préstamos para construir edificios de oficinas, que ahora están totalmente devaluados, temen que los prestatarios dejen de pagar.

Alrededor de 300 bancos estadounidenses están amenazados de quiebra. El presidente de la Reserva Federal, el banco central estadounidense, ha reconocido que las pérdidas son inevitables. Pero dado el tamaño de estos bancos, a menudo regionales, el riesgo de contagio al conjunto de la economía parece improbable. Esto contrasta con lo que ha sufrido China desde la quiebra de Evergrande y otros promotores.

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