El funeral de Mon

La edición de Lista diaria del 21/11/1911 revisó el funeral de Mon, como se conocía popularmente al presidente de la República, total Ramón Cáceres Vásquez (16/12/1866-19/11/1911), uno de los conspiradores junto a su primo hermano Horacio Vásquez y un grupo de jóvenes mocanos en el asesinato del legendario presidente Ulises Heureaux en 1899, designado por la retórica cortesana como el Pacificador . . Ahora, como una rueda vengativa de la historia, los novicios sureños tendieron una emboscada al fornido vencedor de la selva en el Camino de Güibia, sorprendido en su bucólico paseo dominical en una solitaria victoria a cielo abierto.

“Por muy organizado que estuviera el cortejo fúnebre, partió de la calle Colón (Las Damas), giró por Separación (El Conde), luego por Comercio (Isabel la Católica) y de allí hasta la Catedral. En primer lugar quedó el Clero presente en esta capital, con Ilustrísima Honor de él Monseñor Nouel. El lujoso féretro cubierto con la Bandera Nacional fue portado por los oficiales del Estado Mayor del fallecido primer Magistrado de la República. Dos coches fúnebres estaban llenos de coronas e innumerables personas también las llevaban. Asistió íntegramente el Cuerpo Diplomático y Consular. Los Secretarios de Estado presidieron la comisión de duelo.

“Un inmenso público compuesto por todas las clases sociales llenó los rincones de las calles por las que pasó la procesión y poco a poco se fueron sumando a ella. Los generales Alfredo Victoria, Comandante de Armas de la Plaza, y Simón Díaz, Jefe Superior de la Guardia Republicana, a caballo, iban precedidos por un pelotón de soldados con dos piezas de artillería, y detrás del Ejército. Cuando el ataúd fue colocado en el grave montículo construido en la nave central de la Catedral, las tropas dispararon una andanada, que luego se repitió dos veces más.

“Después de la respuesta más solemne y el cadáver del total Cáceres fue llevado a la capilla de Las almasdonde se encuentra la bóveda que ha guardado sus restos, el Secretario de Estado de Hacienda y Comercio, don Federico Velázquez y Hernández, elogió al fallecido Presidente, y finalizó su oración visiblemente emocionado.”

Velázquez -negociador junto con Emiliano Tejera de la Convención Dominicana Americana de 1907- calificó a Ramón Cáceres como “el más eficaz de los Presidentes para el bien y la civilización del país, la pacificación de los espíritus y el progreso de la República.”

Algunas noticias relacionadas con la situación del somet mortem informaron que desde Samaná “Protestas con motivo de injustificable asesinato digno y lamentado Presidente Cáceres”, registrando una lista de apellidos con más de 365 firmas. También se informó que “El auto que trajo hasta aquí al fallecido Total Luis Tejera -líder de los conspiradores- y otros compañeros, que se encontraba en el interior del río Haina, fue sacado con dos yuntas de bueyes”. Asimismo, la llegada de Luis Pelletier, procedente de Azua en un guardacostas, y la ocurrencia de cambios en la Guardia Republicana, con el nombramiento del Capitán Marcelino Lozano como reemplazo total, Lorenzo Marty, 2º Jefe de la Guardia Republicana, quien renunció. fue notificado.

El viernes 24 de noviembre. Lista diaria reportó que El periódico de Santiago de fecha 20 de ese mes, titulado ALARMA, en referencia a la trágica muerte de Cáceres. “Anoche a las 6:30 la ciudad se alarmó por los repetidos llamados de la batería de la Fortaleza y de las patrullas de soldados que se dirigían a su puesto. El público no sabía qué esperar. Así pasó la noche. Esta mañana a las seis de la mañana, a través de los cañonazos, el público se enteró de la triste noticia. El Gobernador anunció a todos la lamentable noticia. El pueblo ha recibido la noticia con profundo pesar y todos, amigos y opositores a la situación, han lamentado el hecho.”

El sábado 25 se dio aviso vía Listin la llegada de “cruceros americanos”. El comunicado informó: “Mañana por la tarde, o el lunes a primera hora, los cruceros blindados estadounidenses fondearán en la rada. Washington y Carolina del Norte. Como ya saben nuestros lectores, el Ministro Russell llegará en el primero de estos barcos.”

Justamente la edición del lunes 27 encabezó con el titular señor russell: “Ayer a las tres de la tarde el crucero protegido fondeó en el Placer de los Estudios Washington, en el cual llegó al gobierno de esta República el Ministro norteamericano, Sr. WW Russell, quien se encontraba de licencia en los Estados Unidos. Los saludos se intercambiaron entre el Fortress y el crucero estadounidense. Mucha gente acudió al Paseo Presidente Billini y otros lugares frente a la rada para ver el buque de guerra.

“El señor diplomático señor Russell visitó ayer a los honorables Secretarios de Estado, quienes lo recibieron en Palacio de Gobierno. Damos nuestra cordial bienvenida al Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos ante la República.”

Otro titular diligente Lista diaria oró Llegada de la cañonera americana: “Esta mañana fondeó en nuestra bahía la cañonera estadounidense proveniente de Puerto Limón, Costa Rica. Ruedando. Este barco fue construido en 1896, desplaza 1.000 toneladas y se mueve a 12 nudos por hora. Cuesta $348,515 y tiene 6 barriles de 4 pulgadas cada uno. Su comandante es el Sr. Charles R. Brittain y su dotación está compuesta por 8 oficiales y 155 marineros.”

En la edición del martes 28 la noticia estuvo presidida Carolina del Norte: “Como habíamos anunciado, ayer por la tarde, entre las 4 y las 4:30, fondeó en el Placer de los Estudios el crucero estadounidense procedente de Novel York. Carolina del Norte. Las condiciones de este barco son más o menos las mismas que las del Washington, que ya son conocidos por nuestros lectores. El comandante de este crucero es el Sr. CC Marsh.”

El 30 de noviembre se anunció que la cañonera estadounidense había partido de la capital hacia Puerto Plata. Girando. Desde el centro portuario de Sánchez, ubicado en la ruta del barco, se informó que “600 hombres fueron movilizados preventivamente como medida de precaución por lo que pudiera suceder, de los cuales 450 fueron dados de alta, al no existir indicio de disturbio público.”. A su vez, una oficina de Santiago informó que “En tren expreso ha llegado desde Puerto Plata una compañía del Batallón Ozama llevando pertrechos de guerra hasta Moca y esta plaza militar.”. Al parecer, la consigna militar de aquella época era: ¡Cuidado con quién se mueve, maldita sea!

Y en medio de tanto bullicio de tropas y despliegue de cañoneras uno se pregunta: ¿Qué hacían los rascadores del Parque Colón?

“Esta mañana, una gran multitud invadió los salones destinados para ello en el Congreso Nacional, así como en el Parque Colón y otros puntos cercanos al citado edificio.”. Mientras tanto, en la Legación haitiana se encontraba refugiado don Federico Velázquez y Hernández, secretario de Hacienda y Comercio, el mismo que se despidió de Cáceres en la Catedral. El Consejo de Secretarios de Estado, que ejercería las funciones del Ejecutivo hasta el 27 de febrero de 1912 en ausencia del Presidente, procedió rápidamente a su sustitución interina por el Procurador. Manuel de J. Troncoso de la Concha, Secretario de Justicia e Instrucción Pública, el respetado Don Pipí, quien ejercería la presidencia títere bajo la Era de Trujillo.

País de Montoneras, gallos bolos y coludos, foxtrot y Palm Sea dash, reptil cuchipanda al crujir de las olas en la quilla de las cañoneras, el Ministro William W. Russell y el Receptor Total de Aduanas, William E. Pulliam, dominaron la verdadera escenario de poder con el apoyo de la fuerza naval y del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, listos para entrar en acción en cualquier momento cuando sea necesario.

Nacido en Washington DC en 1858, hijo de un mayor pagador del Cuerpo de Marines, descendiente de congresistas federales, almirante, contralmirante y mayor de pleno derecho, William Worthington Russell se graduó en 1881 en la Academia Naval. Posteriormente estudió ingeniería y trabajó en el negocio ferroviario en Sudamérica, México y Estados Unidos, antes de ingresar a la diplomacia. En 1895 fue nombrado secretario de la legación en Caracas hasta 1904, cuando sería destinado a Panamá como encargado de negocios. advertir el tiempo intermediotras la separación de este puente territorial continental de la soberanía de Colombia en 1903. Esta nación donde Teddy Roosevelt lo nombraría enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en 1904. Un año después desempeñó la misma función en Venezuela.

El 24 de junio de 1910, el presidente republicano Taft nombró a William W. Russel como ministro residente y cónsul pleno en la República Dominicana, presentando cartas credenciales al presidente Cáceres el 3 de noviembre de ese año. El 5 de septiembre de 1911 sería ascendido a enviado extraordinario y plenipotenciario en el país, cargo que ocupó hasta el 2 de marzo de 1913, siendo reemplazado por James M. Sullivan bajo el mando del demócrata Woodrow Wilson, quien lo reemplazaría el 16 de agosto de 1915. Desempeñó el cargo destinado hasta el 12 de septiembre de 1925.

Entre la fecha de su llegada a Santo Domingo y su salida en 1925, un total de 9 presidentes dominicanos ocuparon el trono y en su ausencia también fungieron los Consejos de Secretarios de Estado. Así, mientras los presidentes subían y bajaban al son de los tambores isleños y la pólvora salvaje del “revoluciones” de Concho Primo, Russell arregló las cosas bajo una especie de república neocolonial que algunos publicistas a menudo describen peyorativamente como “banana”. Actuando como factótum del imperio junto al Receptor Total de Aduanas Sr. William E. Pulliam y los oficiales de la Infantería de Marina y de la Marina estadounidense que ejercieron el mando durante la prolongada Ocupación Militar Americana (1916/24), que remodeló la arquitectura institucional. estructura del país con un conjunto de órdenes ejecutivas que serían reconocidas como la base del nuevo orden jurídico bajo el cual operaría la república restablecida.

Aquellos “cruceros protegidos” (armado), al que se refiere el Listintendría la última palabra en el cortejo fúnebre del funeral de Mon.