¿Crisis de la mediana edad? ¿Qué es? ¿Síntomas?

Todos los comportamientos asociados con la crisis de la mediana edad tienen un trasfondo más profundo. A medida que se acercan a los 45 años, muchas personas comienzan a mostrar cambios importantes en su comportamiento. Adquieren posesiones costosas, adoptan un nuevo estilo de vestir, dejan su trabajo de manera impulsiva o cuestionan su relación.

Enfrentar el miedo al envejecimiento, asumir pérdidas significativas a nivel personal o examinar los logros obtenidos hasta el momento son algunas de las tareas psicológicas que se desarrollan en esta etapa vital. Por tanto, aunque algunas personas experimentan esta crisis antes de los 40 y otras después de los 50, conviene conocer más concretamente en qué consiste.

¿Qué es la crisis de la mediana edad?
La crisis de la mediana edad no es un término clínico en sí mismo ni un trastorno reconocido en ningún diagnóstico manual. Sin embargo, describe una serie de cambios que algunas personas enfrentan a nivel de pensamientos, emociones y comportamientos en la mitad de su vida.

Se puede definir como un sentimiento de angustia, inquietud o confusión emocional que motiva a realizar cambios en el estilo de vida. A veces son progresivos. Otras veces, los cambios ocurren de manera drástica y sorprendente, incluso dañando a la persona.

¿Cómo se expresa?
La crisis de la mediana edad no se expresa de la misma manera ni con la misma intensidad en todas las personas. Sin embargo, hay algunos indicios que pueden alertarnos de que esta transición interna está en marcha.

Primero, pueden ocurrir cambios fisiológicos, como alteraciones del sueño y del apetito o dolor psicosomático. También es muy común encontrar el estado de ánimo y alteraciones del estado de ánimo, mostrando a la persona más irritable, triste o retraída.

Quien tiene la crisis puede optar por abandonar algunas de sus responsabilidades y buscar la diversión, la transgresión y el cambio. Dejar el trabajo de forma impulsiva, pedir el divorcio, tener una aventura o hacer una compra muy cara son algunos de los signos más visibles. También hay quienes deciden cambiar su apariencia, su círculo social o su estilo de vida.

Las compras exageradas o los artículos muy caros son comportamientos asociados con la crisis de la mediana edad.

¿Por qué ocurre la crisis de la mediana edad?
La crisis de la mediana edad ocurre alrededor de la mediana edad, pero es similar a muchas otras transiciones por las que atraviesan los humanos. Por ejemplo, el paso de la niñez a la adolescencia.

En definitiva, se trata de un cambio de etapa que nos enfrenta a varios aspectos a nivel psicológico:

• Cuando percibimos que estamos en el centro del ciclo de vida, podemos experimentar miedo a envejecer y morir.
• Empezamos a repensar nuestra trayectoria y a analizar los logros que hemos logrado y las derrotas que hemos vivido. Por lo tanto, podemos sentir insatisfacción, frustración o arrepentimiento por cómo se han desarrollado los eventos en el pasado.
• En este punto, se cuestionan las prioridades y los objetivos y es posible que sienta la necesidad de cambiarlos.
• Según la investigación, la mediana edad coincide con el punto más bajo de la felicidad humana (que comienza a declinar en la juventud y resurge hacia la vejez). Por la misma razón, los sentimientos de vacío, soledad e insatisfacción son más frecuentes.

Más allá de las reflexiones y análisis internos que surgen del momento vital que atraviesa la persona, los eventos externos también juegan un papel importante. Es que hacia los 45-50 años, pueden ocurrir transformaciones profundas, como la emancipación de los hijos, la enfermedad o muerte de los padres o la llegada de la menopausia en la mujer.

¿Cómo puedes superar este momento?
En primer lugar, no todo el mundo experimenta la crisis de la mediana edad. Por supuesto, no es un problema para todos.

Es posible ver este momento de transición como una oportunidad para la reflexión, el crecimiento y el cambio. Analizar tus prioridades, proponer nuevas metas o modificar ciertos aspectos de tu día a día que ya no te llenan es totalmente natural y beneficioso.

Sin embargo, si estás viviendo esta crisis como una situación de angustia, miedo y confusión, es importante que abordes estos sentimientos. Entenderlos y exteriorizarlos es fundamental, ya que esta es la forma de llegar a una lectura positiva y no prolongar el malestar.

Hablar con su pareja, un familiar o un amigo de confianza puede ayudar a aliviar la inquietud. Además, es importante que intentes ser comedido y no actuar de forma impulsiva que pueda ocasionar más problemas.

Ayuda profesional en la crisis de la mediana edad?
Es posible que para algunas personas, la crisis de la mediana edad genere perjuicios importantes si no logran gestionarla. En estos casos, el acompañamiento profesional resulta fundamental.

Si los sentimientos de tristeza, culpa o apatía son intensos hay que buscar ayuda. Del mismo modo, si las conductas impulsivas repercuten negativamente a nivel personal, laboral o social hay que apoyarse en otros.

En definitiva, el enfoque con el que afrontes esta posible crisis determinará si el cambio resultante positivo o negativo. Puede desembocar en depresión, ansiedad y conductas desadaptativas, pero también puede impulsarte a mejorar, a perseguir metas que tenías relegadas y a reinventarte. Toda crisis es una oportunidad.