“El plomerito” no se vende en el Distrito Nacional, según comerciantes

La sustancia para desatascar tuberías llamada “El plomerito”, que es la base para la producción del “ácido del diablo”, no se comercializa al público en el Distrito Nacional, al menos abiertamente.

Los reporteros  realizaron un recorrido de incógnito solicitando el producto en establecimientos que venden ferretería, plomería y artículos de limpieza del hogar ubicados en diferentes áreas de esa demarcación en la que se informó que no se está vendiendo.

“Eso no se logra desde hace mucho tiempo, porque hace mucho que está prohibido, y más ahora que mataron a una niña con ácido”, dijo el dependiente de una ferretería del sector Villa Consuelo.

En cambio, ofreció lejía granulada (un compuesto químico de limpieza), que dijo que se disuelve en agua caliente y es eficaz para destapar las tuberías que están obstruidas con grasa o escombros.

Similares respuestas se obtuvieron en los negocios de expansión de Villa Juana, San Carlos, Simón Bolívar, Cristo Rey y La Fe, entre otros lugares visitados, donde se ofrecen productos derivados del cloro para estas funciones.

La comercialización de “el plomerito” fue prohibida por la Resolución 104-2010 del Instituto Nacional de Derechos del Consumidor (ProConsumidor) de 22 de septiembre de 2010, por ser el principal componente para la fabricación de “ácido del diablo”, que se utiliza para fines delictivos. propósitos y desfigurar a las personas, principalmente a las mujeres.

Pese a la medida, se ha seguido utilizando “ácido del diablo” en agresiones físicas, de las cuales la más reciente, de la que tenemos conocimiento, es la de Yanelis Arias López, de 24 años, víctima el 20 de agosto de este año. . en Salcedo, provincia Hermanas Mirabal, quien falleció el 3 de septiembre mientras se encontraba en el hospital por las quemaduras sufridas.

Luego de un video que muestra el momento en que Yanelis Arias fue rociada con la sustancia corrosiva, Proconsumidor ha realizado operaciones en diferentes puntos del país, con el objetivo de sacar del mercado y decomisar productos que contengan componentes que puedan ser utilizados para fabricar. el “ácido del diablo”.