¿Te gustan los tomates secos? Aquí te contamos cómo prepararlos en tu casa, de manera sencilla y práctica. ¡Toma nota!
Todos los tomates son aptos para el secado, pero los que son más recomendados son los tomates pera San Marzano o Roma, que son más carnosos y de forma ovalada.
Debes procesar al menos tres kilos para que valga la pena. Tres kilos te rendirán aproximadamente dos tazas. Necesitarás sal, preferentemente sal marina, y plantas aromáticas de tu preferencia, como albahaca, orégano y tomillo.
Lava los tomates. Córtalos por la mitad y elimina todas las partes blandas.
Puedes escaldarlos en agua hirviendo para que la piel se desprenda con facilidad. Extiende las mitades del tomate, con el lado cortado hacia arriba, en una bandeja para horno que esté forrada con papel sulfurado.
Sazona con sal y las hierbas de tu preferencia. Déjalos secar al aire libre unas horas y gíralos de vez en cuando.
Pon las bandejas en un horno precalentado a unos 90°C. Las mitades se secarán de 4 a 5 horas, pero puedes ir observando y abriendo la puerta, de tanto en tanto, para que se vaya la humedad. Cuando tengan una consistencia correosa y gomosa, estarán listos.
Guarda los tomates en un frasco sellado al vacío o en un frasco hermético en un lugar fresco. Puedes disponer de ellos por hasta casi 6 meses.
Son ideales para condimentar ensaladas, pastas con queso mozzarella, en los aderezos o como snacks combinados con frutos secos.