Laxantes para estreñimiento, no control de peso

Los laxantes son sustancias que se utilizan comúnmente para aliviar el estreñimiento, una condición que afecta a muchas personas en algún momento de sus vidas.

Aunque son efectivos para mejorar la regularidad intestinal, es crucial comprender que su uso no está destinado a ser una estrategia para controlar el peso y que utilizar la alimentación y otros cambios en el estilo de vida son la principal herramienta para el manejo del estreñimiento.

¿Cuáles son los tipos de laxantes?

• Laxantes de bulto, formadores de masa o conocidos como suplementos de fibra: aumentan el volumen de las heces, facilitando su paso a través del intestino. La fibra soluble, presente en alimentos como frutas, verduras y granos enteros, es un ejemplo natural de laxante de bulto.
• Laxantes estimulantes: estimulan las contracciones musculares en el intestino, acelerando el movimiento de las heces. Algunos de estos laxantes son hierbas medicinales, mientras que otros son medicamentos de venta libre.
• Laxantes osmóticos: atraen agua hacia el intestino, ablandando las heces y facilitando su paso. Los laxantes osmóticos pueden ser sustancias naturales como la lactulosa o medicamentos específicos.
• Laxantes emolientes (ablandadores de heces): agregan humedad y suavizan las heces para facilitar su evacuación. Por lo general, contienen sustancias como el docusato de sodio.

El estreñimiento puede deberse a diversos factores, como la dieta pobre en fibra, la falta de actividad física, la deshidratación o condiciones médicas subyacentes.

La idea errónea de que los laxantes pueden ser utilizados como una herramienta para controlar el peso ha llevado a prácticas peligrosas y poco saludables siendo uno de los puntos a considerar cuando pensamos en un trastorno de la conducta alimentaria (ej. Bulimia nerviosa).

Es fundamental comprender que el peso perdido mediante el uso de laxantes es principalmente agua y desechos, no grasa corporal.

Uso indebido

El uso indebido de laxantes para perder peso puede tener consecuencias graves para la salud, como la disminución de la absorción de nutrientes esenciales (ej. vitamina D, A) , desequilibrios electrolíticos que afectan el corazón y los riñones, deshidratación, daño intestinal y dependencia.

Además, puede llevar a un ciclo perjudicial de uso repetido de laxantes y pérdida de peso no sostenible.

Nuestra recomendación es adecuar su alimentación a una rica en fibra ( sostenible para el paciente), hidratación acorde a sus necesidades, actividad física regular, buen patrón de sueño, y otras conductas que al actuar de forma conjunta nos darán como resultado el patrón intestinal deseado así como la necesaria protección a nuestra microbiota intestinal.