El crimen organizado penaliza el desarrollo económico y social de América Latina

Los países latinoamericanos podrían incrementar la inversión pública en un 2 % y reducir su gasto en seguridad

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En la segunda jornada de la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), celebrada este jueves en Punta Cana (República Dominicana), un panel de expertos denunció que reducir el impacto del crimen organizado en América Latina y el Caribe puede incrementar el PIB regional en un 10 %.

El jefe adjunto de la División de Centroamérica del Fondo Monetario Internacional, Raphael Espinoza, explicó que tras realizar un informe sobre la relación entre economía y criminalidad, en comparación con otros regiones, los países latinoamericanos podrían incrementar la inversión pública en un 2 % y reducir su gasto en seguridad que, actualmente, está entre el 1.5 al 2.5 % del PIB.

Además, según su estudio, el crimen organizado también impacta socialmente a los país como por ejemplo, en el nivel de escolaridad, ya que los niños y niñas que nacen en áreas violentas tienen menos oportunidades de desarrollo.

América Latina y el Caribe tiene una tasa de homicidios tres veces superior al promedio mundial, con 18 casos cada 100,000 habitantes -por el 5.6 global-, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, y el 50 % de los homicidios totales en las Américas están ligados al crimen organizado.

El crimen como amenaza

Por ello, el director de la ONG Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional, Mark Shaw, argumentó que los daños causados por esta situación amenaza de forma directa la paz de los países, viola los Derechos Humanos y erosiona el tejido social.

Entre los principales escollos, Shaw determinó que el déficit más importante se encuentra en los sistemas judiciales y penitenciarios, ya que, bajo su experiencia, el crimen organizado se aprovecha de la pobreza y explota la impunidad de las autoridades al estar “íntimamente ligado a la corrupción“.

Reforzar la justicia

Como parte de la solución, apostó por reforzar la justicia y las fuerzas de defensa, sin perder de vista programas de reinserción con alternativas para que, especialmente los jóvenes, caigan en la delincuencia organizada.

En este sentido, el secretario de Justicia y Seguridad de Cali, Jairo García Guerrero, añadió que con una mirada local se generan conversaciones productivas a nivel nacional, “actuando conforme a las realidades que se transforman cada día”, y sin evadir “conversaciones difíciles” sobre los problemas.

“Debemos humanizar los crímenes, no estamos hablando solo de cifras, estamos hablando de hijos, de padres, de políticos… Tenemos que estar de la mano de las comunidades, escuchando las conversaciones difíciles y sabiendo que hay cosas que no funcionan”, expuso durante su intervención en la sesión ´Velar por la seguridad ciudadana: estrategias para sociedades más seguras´.

Por último, la coordinadora de Seguridad Ciudadana y Seguridad en el BID, Nathalie Alvarado, comentó que la entidad tiene un enfoque integral con programas para prevenir y proteger a las personas más vulnerables con resultados tangibles en países como Jamaica, Haití, Costa Rica o Brasil. 

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