Experiencia con epidemias y pandemias

Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha sufrido epidemias y pandemias. Y en la actualidad, el mundo, y nosotros como parte de ese mundo, pienso que habremos aprendido y acumulado suficiente experiencia para enfrentar retos similares que en el futuro inevitablemente tendremos enfrentar. Es oportuno aprovechar los primeros días del año 2024 para recordar los daños que

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Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha sufrido epidemias y pandemias. Y en la actualidad, el mundo, y nosotros como parte de ese mundo, pienso que habremos aprendido y acumulado suficiente experiencia para enfrentar retos similares que en el futuro inevitablemente tendremos enfrentar.

Es oportuno aprovechar los primeros días del año 2024 para recordar los daños que produjo en la humanidad la COVID-19 con millones de muertes y sus secuelas que aún padecemos.

Y reflexionar sobre las enseñanzas aprendidas no solo con el SARS-C0v-2, sino también con la Chikungunya y el Zika y las amenazas de los virus respiratorios propios de la época como es el Virus Sincitial Respiratorio, la gripe o Influenza estacional de invierno y la amenaza que pudiera representar la aparición de un nuevo virus X o desconocido como lo han sugerido los expertos de la OMS.

Respecto de la gripe o influenza recordemos:

  • Que cada año se producen unos mil millones de casos de gripe en el mundo y que entre tres y cinco millones son casos graves.
  • Que la gripe causa entre 290, 000 y 650, 000 muertes respiratorias cada año.
  • Que el 99% de las muertes de niños menores de 5 años con infecciones respiratorias relacionadas con la gripe se producen en los países en vías de desarrollo.
  • Que los síntomas comienzan entre el primero y cuarto día después del contagio, que la mayoría de los casos curan solos en unos 8 días, pero que se puede agravar y llevar a la muerte a: niños menores, adultos mayores, personas que padezcan alguna enfermedad crónica y en los no vacunados.
  • Que la Vacuna debe ponerse preferiblemente entre octubre y noviembre de cada año, antes que comience la estación de invierno, pero que, si por alguna razón no se pudo vacunar en ese tiempo, puede hacerlo en cualquier otro momento en el que se disponga de la vacuna.

Ante la advertencia de los expertos y con la experiencia acumulada, la población debe estar vigilante y volver en el momento que las circunstancias lo ameriten, al lavado frecuente de las manos, a la mascarilla y evitar las aglomeraciones. Que las autoridades de Salud Pública fortalezcan el sistema de vigilancia epidemiológica.

Y, que tanto la gente como la autoridad estemos conscientes de que las vacunas son la más importante medida de prevención de enfermedades prevenibles por vacunas. Que debemos completar el esquema de vacunación en niños y adultos y que ninguna vacuna debe faltar en los distintos centros de vacunación del país.  

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