El efecto Carlo Ancelotti

Las ruedas de prensa de Carlo Ancelotti son lecciones que enseñan cómo manejarse en estos tiempos donde solo unos pocos saben salir airosos de las presiones que va imponiendo el exitismo sin medidas, que tienen el morbo como una de sus banderas y ponen a quien sea contra la espada y la pared. Al terminar

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Las ruedas de prensa de Carlo Ancelotti son lecciones que enseñan cómo manejarse en estos tiempos donde solo unos pocos saben salir airosos de las presiones que va imponiendo el exitismo sin medidas, que tienen el morbo como una de sus banderas y ponen a quien sea contra la espada y la pared.

Al terminar el partido del sábado, un periodista le preguntó al entrenador emiliano que, si para él Vinicius es el mejor jugador del mundo quiénes serían, entonces, el número dos y el número tres, a lo que respondió con toda seguridad: el dos Bellingham y el tres Rodrygo. El Real Madrid acababa de golear al Girona, su máximo perseguidor, el equipo revelación de esta temporada y al que por su sorpresivo buen fútbol se le han dedicado columnas periodísticas enteras en todo el mundo.

Declaraciones de un sabio que conoce mejor que nadie la gestión del ánimo del jugador, orientando cada palabra que emite para siempre llevar la motivación en cada mano, incluso, cuando la crítica constructiva se hace necesaria.

En un año en el que el vestuario del equipo blanco ha tenido que sobreponerse a bajas importantes por lesiones graves de jugadores claves del plantel, la figura de Ancelotti está presente más que nunca en todos los espacios, hasta en detalles como este.

Cada semana, algún imprevisto ha hecho desafiar su veteranía obligándolo a ajustar una alineación con lo que tiene para hacerle la mejor posible, natural, es el Madrid. Y así volvió a ocurrir en esta ocasión, colocando a un lateral como Dani Carvajal en el centro de la defensa, junto a un mediocampista como Tchouaméni a su lado.

A pesar de lo obstáculos, el juego del equipo sigue fluyendo, se van consiguiendo los resultados que parecen ir entonando los acordes de un nuevo alirón, y todo lo que se transmite desde el banquillo es, sin temor a equivocarnos, el factor esencial que está haciendo esto posible.

Esta tarde, finalmente, regresa la Champions con el inicio de los partidos de ida de los octavos. El City visita al Copenhague y el Madrid al Leipzig. Tanto ingleses, como españoles, son dos de los principales candidatos para citarse en la final del 1 de junio en Wembley, la gran catedral del fútbol, estadio que nunca ha visto finalista al máximo campeón de este torneo. Quien quita que pueda ser esta la primera vez.

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