Era el Día de los Veteranos y Melania Trump reaparece tras la derrota: sombría, en silencio y de tweed

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Era el Día de los Veteranos en Estados Unidos, en el que les agradecen haber luchado para proteger el país.

A las 11 de la mañana de este miércoles, en el Cementerio Nacional de Arlington, junto a la tumba del Soldado Desconocido, unos 30 militares y otras personas se reunían en la lluvia, esperando a que el presidente Donald Trump saludara a la corona. Ha aparecido finalmente de forma pública tras el pasado jueves, cuando comenzó a afirmar de forma falsa que se había producido un fraude electoral generalizado, después de negarse a conceder la elección, despidiendo al Secretario de Defensa Mark Esper y algunas otras cosas.

En Arlington tenía un aspecto sombrío para coincidir con el clima, el motivo, el estado de su presidencia. El vicepresidente Mike Pence, quien según se informa acaba de cancelar sus vacaciones en Florida, le seguía por detrás, y sus mujeres eran escoltadas por personal militar con paraguas. Melania Trump llevó un abrigo de tweed y la misma expresión seria. Ella les había dado las gracias a los veteranos en Twitter justo antes de la ceremonia.

© Gtres Donald y Melania Trump en el homenaje a los veteranos.Ivanka Trump, la hija y consejera del presidente, llevó un sombrero de fieltro flexible, del tipo que llevaban las mujeres de Los Ángeles que tomaban matcha-latte hace cinco años. Era, sin lugar a dudas, un fuerte seguro contra la lluvia. También llevó mascarilla, como lo hicieron muchos de los que se reunieron frente a los oficiales, que en cambio no la llevaban.

En este, el primer momento que el público ha puesto los ojos en la familia del presidente desde que las elecciones las ganara su oponente, era imposible ver signos de algo. Nadie dijo unas palabras para honrar el momento aparte de la declaración emitida antes de la ceremonia (“Disfrutamos de los privilegios de la paz, la prosperidad y la libertad gracias a nuestros veteranos, y estamos más que endeudados con ellos para siempre”); y todos salieron tan rápido como entraron. El único momento notable fue cuando el presidente Trump se acercó a tocar la corona, mientras que su cara cambió voluntariamente para mostrar que ‘estoy haciendo algo serio’.

Mientras tanto, en Philadelphia, en el Korean War Memorial Park, el presidente electo Joe Biden y su mujer Jill llevaron mascarillas (doble mascarilla en el caso de Joe), durante su propia ceremonia corta. Él con traje, ella con traje de chaqueta con péplum y falda. Una multitud se reunió para ver la procesión allí también.

Biden también emitió un comunicado: “Este Día de los Veteranos, siento el peso total del honor y la responsabilidad que me ha sido concedida por el pueblo americano como su futuro presidente, y prometo honrar las obligaciones sagradas de nuestro país. A todos nuestros veteranos orgullosos, sabed que seré un comandante en jefe que respeta vuestro sacrificio, entiende vuestro servicio y que nunca traicionará los valores que defendisteis luchando con tanta valentía. Nunca os trataré ni a vosotros ni a vuestras familias con menos que el honor que merecéis”.

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